Innovar en el aula es una necesidad, es necesario adaptar los sistemas educativos a las demandas de la sociedad, del momento y de la situación en la que nos encontramos.
En este contexto, se han acelerado los cambios que se venían produciendo de manera más o menos tímida para realizarse de manera intrépida, produciendo una auténtica revolución educativa. Somos testigos de cambios importantes en los distintos pilares de la innovación educativa: currículum, metodología, organización y evaluación.
El Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) o Proyect Based Learning (PBL) en inglés, es un modelo educativo en el cual los estudiantes trabajan de manera activa, planean, implementan y evalúan procesos que tienen aplicación en el mundo real más allá del aula de clase (Harwell, 1997; Martí 2010).
¿Qué he aprendido realmente en esta asignatura? Que sin darnos cuenta hemos sido protagonistas de nuestro propio ABP, se nos ha guiado a través de diferentes materiales y “metas volantes” para la consecución de un ABP, pero ¿Cuál era el producto final? Curiosamente, nuestro propio ABP.
Sutilmente y poco a poco, se nos han ido dando los conocimientos necesarios para que nosotros mismos y a través de nuestro propio aprendizaje creásemos nuestro ABP, único y diferente del de todos los demás.
He de decir, que antes de cursar este master, si había oído hablar del aprendizaje basado en proyectos, pero como algo lejano. Al ser mama de dos niños en edad escolar, he estado oyendo hablar de este tipo de aprendizaje desde hace ya varios años, y siempre me había preguntado, ¿cómo será esto?… e imaginado simplemente que serían actividades como las que antiguamente hacíamos en clase: proyectos sin apenas conexión y desarrollados rutinariamente.
Sin embargo, he aprendido a valorar esta metodología y a ver realmente toda la grandeza de este tipo de aprendizaje. Puedo decir, que estoy encantada de que mis hijos aprendan de esta forma y no como a mí me enseñaron hace ya muchos años.
Si algo he de resaltar, es la doble cara de la moneda: hemos desarrollado e impartido una parte de nuestro ABP, poniéndonos en la piel de un profesor que no siempre resulta fácil, y hemos sido al mismo tiempo alumnos de un ABP.
Con esta doble visión, y casi sin darnos cuenta, hemos aprendido que ninguna de las dos caras es sencilla, como profesores nos surgen dudas y nos enfrentamos a temporalizaciones, evaluaciones, dinámicas y aprendizajes que nos resultan, al menos al principio, complicados. Pero quizás, lo que más valoro, es la cara B, el ser alumno. Aquí es donde finalmente te das cuenta de cómo te gustaría que te enseñasen y de qué cosas han hecho tus “compañeros profesores” que te gustaría implementar en las aulas cuando me toque, y cuáles son las que tengo que mejorar.
Muchas veces, sin darnos cuenta, lo vemos todo a través del prisma de un adulto, pues lo somos, y no nos detenemos, aunque sea solo un minuto, a ponernos en su lugar. Para enseñar bien hay que conectar con el alumno, llegar a ellos y acompañarles en su propio camino del aprendizaje.
Y para concluir, reseñar un pequeño vídeo explicativo del aprendizaje basado en proyectos, dónde se explica de manera gráfica y concisa esta metodología:
Haces una buen análisis de la cara B.
Es necesario empatizar con nuestros cómplices en el aula para que se produzca el aprendizaje.
Nos volveremos a encontrar innovando en las aulas. ¡Feliz viaje!
PD: * ¿Has verificado que esa cita sea de Platón? No es su estilo de lenguaje. * ¿Por qué no has insertado el vídeo en lugar de enlazarlo?