A lo largo de este cuatrimestre, hemos podido experimentar en primera persona el aprendizaje basado en la resolución de proyectos (ABP) desde dos puntos de vista, el del alumno y del profesor. Esta forma de enfocar la asignatura creo que nos dado una visión práctica a la vez que teórica, lo cual se agradece ya que no lo habíamos hecho antes durante el master y como todo en esta vida, “una cosa es la teoría y otra la práctica”.
Me gustaría empezar añadiendo que esta metodología activa permite diseñar actividades en las que los alumnos tengan un papel más activo en el proceso de enseñanza-aprendizaje y que al estar más implicados da lugar a una mayor comprensión y participación, se les motiva a querer aprender, desarrollan el pensamiento crítico y son más autónomos y responsables. Lo cual hace que, si el ABP está bien diseñado, los resultados obtenidos son muy enriquecedores porque no solo se trabajan unos contenidos sino también otras competencias transversales.
Mi opinión desde mi experiencia es:
COMO DOCENTE: Nuestro papel como docente se expande más allá de la exposición de contenidos. La función principal del docente es crear la situación de aprendizaje que permita que los estudiantes puedan desarrollar el proyecto, lo cual implica buscar materiales, localizar fuentes de información, gestionar el trabajo en grupos, valorar el desarrollo del proyecto, resolver dificultades, controlar el ritmo de trabajo, facilitar el éxito del proyecto y evaluar el resultado.
¿Qué he aprendido? Un ABP requiere un buen planteamiento y secuenciación. Tener claros los objetivos y las fases es primordial para que el alumnado pueda desarrollarlo correctamente, de lo contrario puede llevar a desastre. También me he dado cuenta que tiene que ser motivador y que hay que plantearlo como un reto desde el principio ya que es cuando y donde se demuestra el vínculo entre el proyecto y la vida de los alumnos. Si llamamos la atención del alumno en la presentación del ABP es más probable que el alumno sienta interés por la actividad y por tanto se conseguirá mejores resultados. De esto me dí cuenta en las presentaciones de nuestra actividad al grupo clase. La mayoría de los grupos lo presentamos como cualquier otra actividad, sin ser demasiado creativos y sin involucrar demasiado a los alumnos. Un vídeo motivador y plantear la pregunta guía haciendo partícipes a todos puede ser una buena manera de comenzar. Además, con ello les ayudaremos a detectar sus conocimientos previos sobre el tema y les invitaremos a pensar qué deben investigar y qué estrategias deben poner en marcha para resolver la cuestión.
También destacar la importancia del diseño de una buena rúbrica que recoja todos aspectos que queremos evaluar y definirlos correctamente. Esto nos llevó un tiempo y aún la leo y volvería a cambiar alguna cosa.
En cuanto a la actividad, me ha gustado llevar a cabo una sesión, en nuestro caso la primera fase. Hemos podido observar el interés que “nuestros alumnos” han tenido y que el primer planteamiento ha quedado más o menos claro, ya que esto es muy importante. Con nuestra dinámica de formación de equipos los alumnos se lo han pasado bien y se han conocido un poquito más a sí mismos, aunque nos ha llevado un poco más de tiempo de lo esperado, lo cual tampoco nos ha importado mucho porque ha resultado interesante.
También decir que la forma en que se ha plateado el desarrollo del ABP a través de las metas volantes ha estado muy bien ya que se han ido trabajando por orden cada uno de los puntos necesarios en el diseño de un ABP. Cuando no tienes experiencia este tipo de guía va genial.
Y por decir algo a mejorar, quizás en vez de una sesión muy larga para trabajar con los alumnos, podría estar bien hacer dos más cortas pero avanzando algo más en la actividad presentada. En nuestro caso hubiéramos seguido con la investigación para la elección de la herramienta para hacer la presentación interactiva y su justificación y comenzar con su diseño.
COMO ALUMNO: el estudiante no se limita a la escucha activa, sino que se espera que participe activamente en procesos cognitivos de rango superior: reconocimiento de problemas, priorización, recogida de información, comprensión e interpretación de datos, establecimiento de relaciones lógicas y planteamiento de conclusiones.
¿Qué he aprendido? Es importante explicar muy bien la actividad y el producto a desarrollar puesto que, si cae en la ambigüedad, los alumnos se van a desmotivar, el resultado final no va a ser el esperado y por tanto, una pérdida de tiempo. En las presentaciones en clase, un grupo no se explicó correctamente y nuestra primera idea fue fallida porque no cumplíamos con los requisitos mínimos que exigían al no tenerlos claros, y luego nos lo tuvieron que volver a explicar en “petit comité”. ¡qué locura tener que ir grupo por grupo contándolo otra vez mientras los demás alborotan! Tampoco nos quedó clara la evaluación.
Como alumnos me gusta la idea que se puede dar rienda a la imaginación y hacer proyectos todo lo creativo que se quiera y también adentrarte en la fase de investigación todo que te interese. Aunque normalmente el tiempo es determinante en ambas cosas y hay que saber planificarse.
La actividad planteada en la asignatura como alumno no la he podido saborear demasiado al dedicar solo dos sesiones para un montón de proyectos. Pero las ideas de actividades me resultaron muchas de ellas muy motivadoras y creo que se puede aprender mucho con ellas. ¡De algunas cogeré nota por si algún día soy profesora!
Por último, añadir que además de aportar numerosos beneficios en el aula, creo que esta metodología ayuda al alumno indudablemente a aprender a desenvolverse en una situación de resolución de problemas, lo cual es realmente útil para su futuro profesional. Dentro de un equipo de trabajo los ABP generan un proceso en el que se investiga, reflexiona, debate, acuerda y se genera un producto final. Esto me lleva a pensar que la implementación de esta metodología en nuestra asignatura es indispensable porque como docentes además de enseñar o guiar para aprender unos conocimientos didácticos estamos ayudando a formar adolescentes a ser capaces de afrontar situaciones que podrían darse en un futuro no muy lejano. El ABP busca que el alumno construya su propio conocimiento, un hecho que potenciará la autoestima y confianza de cada uno al ver que es capaz de resolver un problema. ¡Ójala yo hubiera tenido la oportunidad de que mis profes hubieran empleado más esta metodología! Por ello me alegro haber podido aprender lo fundamental para ser capaz de diseñar este tipo de actividad.
¿No es el aprendizaje basado en proyectos el idóneo para fortalecer aspectos que ayuden a nuestros alumnos a ser mejores profesionales en el futuro? Para nosotros como docentes es un gran reto crear buenos ABPs pero creo que puede merecer la pena.
Haces una buena reflexión de lo que te aportaron las sesiones y de las ventajas del ABP. ¿No hay inconvenientes?.
Por cierto. Vuestra aportación con la dinámica HADA ha sido muy bien valorada por el resto de asistentes.
Nos volveremos a encontrar innovando en las aulas.
¡Feliz viaje!