El crecimiento exponencial que el mundo de la tecnología experimenta día a día ha acelerado la aparición de muchos cambios en la sociedad en la actualidad. Hoy en día la sociedad se basa en amplias redes de comunicación y en la capacidad de los individuos para actualizar su conocimiento en un mundo que cambia a una velocidad vertiginosa, por eso que se denomine la Sociedad de la Información. Las fuentes de información se encuentran omnipresentes e ilimitadas en los medios de comunicación más tradicionales (radio, prensa y televisión) y en Internet. Las noticias fluyen de manera prácticamente libre por todo el planeta y cualquier evento o situación que ocurra en un lugar puede ser conocido instantáneamente en cualquier otro punto del planeta.
Todo esto supone una revolución cultural ya que hace más asequible el conocimiento a los ciudadanos; algo que en principio debería ser positivo pero que en la práctica no siempre lo es. Los ciudadanos cada vez se encuentran más agobiados por el exceso de información o infoxicación (situación que se ha visto más acrecentada a causa de la pandemia sufrida a nivel mundial donde los bulos y la sobreinformación han aumentado considerablemente), la sensación de manipulación ideológica por los grupos de poder a través de fake news o la posverdad ha provocado una situación de total desconfianza hacia todo, donde solo nos creemos lo que queremos creer.
“El problema con la mayoría de la gente es que piensan con sus esperanzas o miedos o deseos en lugar de con sus mentes”.
Will Durant
Expuesto lo anterior se demuestra que hoy más que nunca se necesita tener la capacidad de reflexionar y razonar para que las personas no se dejen llevar fácilmente por las emociones; esto es lo que se denomina tener un pensamiento crítico. Y es fundamental que se promulgue desde edades tempranas a través de la educación, es decir, mediante las programaciones didácticas. El pensamiento crítico nos ayuda a discernir entre lo verdadero y lo falso, los hechos o evidencias y las opiniones; se da prioridad a cómo pensar en lugar de qué pensar a través del análisis y la evaluación de nuestros propios pensamientos.
Durante años, los estudiantes han basado su aprendizaje en la memorización y la acumulación de información. Mantener esta tendencia en la actualidad sería un grave error, los niños y niñas tienen libre acceso a una infinita cantidad de información por lo que no es importante que almacenen datos, sino que sepan dónde adquirirlos, seleccionarlos, analizarlos, comprenderlos y saber usarlos cuando les sea necesario.
Queda constatado que la educación en el pensamiento crítico es parte fundamental de durante el proceso de aprendizaje. Ahora bien, ¿qué habilidades debemos inculcar en los alumnos para que lleguen a alcanzarlo? La Taxonomía de Bloom nos facilita la tarea a través de la evaluación del nivel de conocimiento adquirido por el alumno en una determinada materia. La aplicación de esta teoría, diseñada por Benjamin Bloom en 1956, permite cuantificar el proceso de aprendizaje.
La Taxonomía de Bloom se divide en tres dominios: cognitivo, afectivo y psicomotor. Dentro de cada uno de ellos hay varios niveles a los que se les asignan una serie de verbos en infinitivo que pueden ayudar en la concreción de los objetivos de aprendizaje.
Figura 1. Representación de los tres dominios según la Taxonomía de Bloom
Dominio Cognitivo: Abarca el área intelectual, la forma en la que procesamos y adquirimos la información.
Figura 2: Estructura del Dominio Cognitivo
Más recientemente la teoría de Bloom ha sido actualizada (Krathwohl y Anderson (2001) sustituyendo Síntesis por Crear y subiendo esta al máximo nivel dado que se considera la habilidad más exigente y compleja. También se modifican ligeramente todos los nombres de las categorías, los cuales pasan a ser infinitivos en lugar de sustantivos.
Figura 3: Comparativa con la Taxonomía de Bloom actualizada
Dominio Afectivo: Engloba el área de las emociones, en este nivel se analizan los prejuicios del individuo, sus sentimientos, intereses o actitudes.
Figura 4: Estructura del Dominio Afectivo
Dominio Psicomotor: Se encuentra dentro del área de las destrezas motoras y habilidades corporales.
Figura 5: Estructura del Dominio Psicomotor
Así pues, la Taxonomía de Bloom permite jerarquizar los procesos cognitivos, afectivos y psicomotores en diferentes niveles y sirve para facilitar las labores de evaluación. Con esto podemos ver que, a medida que se sube de nivel, la tarea se vuelve más abstracta y, por ende, más compleja. Por esta razón, en mi opinión, la aplicación de cada uno de los niveles debe ser adaptada a la capacidad o madurez del alumno. Para niños de menor edad sería conveniente centrarse más en los primeros niveles mientras que para los alumnos más avanzados se pueden plantear objetivos que contengan todos los niveles, desde Recordar hasta Crear en el caso del Dominio Cognitivo, por ejemplo.
A continuación, se procede a analizar la Unidad Didáctica 4 de Materiales Metálicos en 2º de la E.S.O. del I.E.S Valle del Jiloca (el enlace a la web se encuentra en la bibliografía), listando los verbos que aparecen en la programación y su identificación con alguno de los niveles cognitivos de la Taxonomía de Bloom:
Analizar las propiedades de los metales como material utilizado en la construcción de objetos tecnológicos, relacionando dichas propiedades con las aplicaciones más comunes de cada uno de ellos. ANALIZAR.
Conocer las técnicas básicas de conformación de los metales. RECONOCER.
Manipular y mecanizar los metales asociando la documentación técnica al proceso de fabricación de un objeto, empleando técnicas y herramientas adecuadas con especial atención a las normas de seguridad y salud. APLICAR y CREAR.
Valorar la importancia de los metales en el desarrollo tecnológico, así como el impacto medioambiental producido por la explotación, transformación y desecho de estos materiales. EVALUAR.
Conocer los beneficios del reciclado de los metales y adquirir hábitos de consumo que permitan el ahorro de materias primas. RECONOCER.
Una vez clasificados todos los verbos según el nivel cognitivo al que pertenecen se puede ver que ninguno de ellos corresponde al nivel de COMPRENDER, por lo tanto, esta unidad didáctica carecería de las suficientes herramientas para que el alumno adquiera un pensamiento crítico. Una posible mejora sería la de realizar actividades en las que tuvieran que hacer un trabajo de investigación sobre la aplicación de ciertos metales y después explicárselo al resto de compañeros, por ejemplo, a través de un grupo de expertos.
Respecto a los otros dos dominios, Psicomotor y Afectivo, sí que se desarrolla el primero a través de la manipulación y mecanización de metales mientras que el segundo no se ve reflejado en ningún objetivo. Para solucionarlo, se propone realizar trabajos en los que los alumnos deban cooperar y participar en grupo para dar con la solución del problema planteado por el profesor.
Como conclusión, hemos visto que, la sociedad actual, la llamada Sociedad de la Información, ha sufrido grandes cambios en gran parte propiciados por la velocidad en la que la tecnología está evolucionando. La infoxicación, las fake news y los bulos, entre otras cosas, hacen que cada vez sea más importante educar a las nuevas generaciones para que tengan un pensamiento crítico. Algo que, hasta ahora, en la gran mayoría de los sistemas educativos no ha sido así, centrándose en las clases magistrales y la memorización, algo que ya hemos visto que carece de sentido hoy en día. Para lograr que los alumnos piensen por sí mismos, la Taxonomía de Bloom actúa como una guía que facilita al educador la tarea de evaluar sus objetivos didácticos y saber si está realmente inculcando un pensamiento crítico a sus alumnos.
Ahora bien, ¿es suficiente con conocer la Taxonomía de Bloom para alcanzar esta meta? ¿Está realmente el docente preparado para generar un pensamiento crítico en su alumnado en la actualidad?
Bibliografía
Gloria Rodríguez Morúa (marzo de 2017). "Pensamiento Crítico y Docencia".
Linkografía
http://sociologiautcd.blogspot.com/2010/03/caracteristicas-de-la-sociedad-global.html
Un ensayo completo, que incluye referencias a todos los ámbitos de la taxonomía de Bloom.
Algunas pegas.
* Echo en falta unas líneas que expongan el análisis que vas a desarrollar en el ensayo.
* No se trata de "poner actividades" sino de diseñar una metodología adecuada a los objetivos. Si quieres desarrollar una habilidad, sea en el ámbito psicomotor o en cualquier otro, debes definir qué objetivo(s) quieres lograr antes de diseñar actividades.
* Las preguntas finales pueden servir para abrir un debate social, pero tal como están formuladas no suponen un reto concreto en la actividad docente.
* En la bibliografía solo hay que referenciar las fuentes citadas en el texto y deberías utilizar alguno de los códigos…
Felicidades por el ensayo! Es de fácil lectura y muy completo.
Estoy de acuerdo contigo en la reflexión de cada nivel se tiene que adaptar realmente al alumnado.
En cuanto a tu reflexión, creo que los docentes necesitamos de más herramientas que la taxonomía de Bloom para poder desarrollar el pensamiento crítico en los alumnos.
Enhorabuena. Me ha parecido un ensayo muy completo y que incluye también muchas ideas vistas en clase.
Con respecto a tu última pregunta, creo que conocer la taxonomía no es suficiente para inculcar un pensamiento crítico. Lo que me lleva a preguntarme también: ¿es suficiente aplicarla?