top of page
Eduardo Torres

De profesores a alumnos

Tras varios meses de preparación y dos semanas de representaciones, hemos concluido los proyectos usando la metodología Aprendizaje Basado en Proyectos, ABP para abreviar.

Es una metodología de la "nueva era" de metodologías activas, que buscan distanciar la educación de la metodología tradicional centrada en el docente, y buscan centrar el aprendizaje en el alumnado.

En la realización de nuestros ABPs debíamos plantear la presentación de este proyecto, pero no solo eso, también debíamos plantear una sesión de aplicando esta metodología a una clase, en la que el resto de compañeros debían de actuar como parte del alumnado.


En este ensayo me voy a centrar en dos partes de esta experiencia: ¿Qué he aprendido siendo alumno? y ¿Qué he aprendido siendo docente?


¿Qué he aprendido siendo alumno?


Principalmente, lo divertido que puede ser realizar un ABP.

Sí, es cierto que las condiciones en las que realizamos estas clases son diferentes de las que enfrentarán nuestros futuros alumnos cuando pongamos en marcha un proyecto de estas características, pero, sinceramente, puedo decir que entiendo cual es la ventaja de estas nuevas metodologías activas, sino puedo señalar aún lo positivo que llegue a ser desde el punto del aprendizaje, sí desde el punto de la motivación. Salvo algún caso concreto, no hubo ninguna de las clases que se me hiciera pesada en su realización, siendo más lo contrario, que pasé 50 minutos haciendo, por falta de un mejor nombre, "el gamba" en clase con mis compañeros de máster y se me pasó el tiempo volando. La libertad, dentro de un límite como es el de estar dentro de un aula y comportarse como tal, resulta un soplo de aire fresco frente a las clases a las que estoy habituado, y es que esa era una de las partes principales de estos ABPs, dejar libertad al alumnado para que explorasen, investigasen y trabajasen en los proyectos.


Debo destacar un proyecto en concreto, el realizado por Beatriz, Yanira y Pilar.

Se enfrentaron, muy posiblemente a la peor clase en el peor horario. Estábamos escasamente 8 alumnos y eran sobre las 20:30 del Jueves, nadie quería estar allí.

Y lo que es más impresionante, hicieron una de las partes más aburridas de cualquier trabajo en grupo: hacer los grupos. Sí, sería más fácil decir, haced grupos como queráis y se apaña muy rápido. Pero entonces esa frase mágica de: los grupos se harán de manera heterogénea pero homogéneos entre sí, ¿Dónde queda? Y hacerlos de manera aleatoria tampoco soluciona este problema, has conseguido hacer los grupos del proyecto, pero nada te dice que vayan a funcionar bien porque no has seguido ningún criterio.

Bien, pues ellas siguieron el método HADA (desconocido para mí hasta ese momento) que divide al personal en 4 categorías: Analista, colaborador, desarrollador y gestor. De esta manera, conseguir grupos relativamente equilibrados es muy sencillo, uno que destaque en cada categoría y ya tienes un grupo de 4 personas. Habrá gente que quizá destaque mucho menos en su categoría que otros, pero eso no es negativo, ya que solo se tiene que buscar el equilibrio.


Y ¿por qué es tan entretenido para el alumnado?

Bueno, pues aquí me remonto a mi juventud en la que jugaba al FIFA en vez de hacer los deberes. En este juego, y en muchos otros, se mostraba las características de los jugadores o personajes según un gráfico radial como este:

Y esta es la forma que utiliza el método HADA para mostrar el tipo de trabajador que serás para el grupo. ¿Qué puede ser más entretenido que hacer tu propia ficha del FIFA en clase?


¿Qué he aprendido siendo docente?


Lo aburrido que es ser profesor en un ABP. Irónico ¿eh? Pero es cierto, al final del día, lo que haces es trabajar una barbaridad en casa para preparar un proyecto, todos los pasos que pueden seguir tus alumnos, todas las posibilidades, ayudas y recursos para cualquier problema que pueda ocurrir... Para luego ver como ellos hacen cosas y mientras tú vas dando vueltas por los grupos ayudando.

Se parece bastante a escribir toda la campaña de un juego para que luego lo juegue otra persona y te pregunte solo si se atasca en una parte.

He de decir, que claro que fue aburrido, nuestro alumno no nos necesitaba para nada, tenían 25 años, esa gente era muy autosuficiente, y tras el prácticum sé que en una clase real no es tan aburrido ni de lejos, pero fue una situación curiosa.

Ahora más en serio, también aprendí bastantes aspectos importantes a la hora de planear un proyecto, lo difícil que es proponer una actividad con solución abierta y que te pregunten los alumnos como conseguir esa solución. Es difícil no responder con algo concreto que les llevaría a una solución exacta, pero es lo que debes hacer para que no todos acaben con el mismo proyecto.

Pero sé que querré hacer más proyectos, simplemente porque sé lo divertido que puede ser para el alumnado y al final, ellos son el "cliente" y queremos que ellos aprendan, pero también que se diviertan.


Conclusión


No podía faltar la guinda del pastel, mi conclusión a toda esta experiencia, porque no hay pastel sin guinda.

Estas experiencias en las que usamos metodologías activas e innovadoras, en las que nos ponemos en la piel de profes y de alumnos, en las que vienen profesionales de calidad a demostrar todo lo bueno de sus proyectos y a quejarse de todo lo malo de ellos, han sido algo que, pese a lo raro que suena poner a gente de 25 años a hacer de adolescentes, me ha parecido más enriquecedor que muchas otras de las clases y actividades que hemos dado en el máster.

Algo en mi cerebro se iluminaba cuando me tocaba ser alumno que me hacía más molesto que nunca, pero también más abierto a aprender. Y solo saber eso, sentir eso en las actividades, me ha dicho bastante sobre lo que podrán sentir mis alumnos cuando en un futuro haga algo similar.

La primera vez que haga algo así seguramente no, porque he de decir que la experiencia y la preparación necesaria para hacer una de estas actividades con rigor, exactitud y calidad para que nada salga mal es enorme y algo que llevará años, pero me ha dado motivación para enfrentarme a todos eso problemas, que lo veo más importante, porque como decía la mítica ecuación que todos hemos oído:


"V = (C + E) x A

El Valor es la suma de Conocimientos y Experiencias multiplicado por la Actitud. Así pues, mientras los Conocimientos y las Experiencias de la persona suman Valor, la Actitud multiplica la suma de ambos y establece la diferencia entre un Crack y un Chusquero"

Victor Küppers

1 comentario

Entradas relacionadas

Ver todo

1 Comment


Che F
Che F
May 31, 2022

Haces una buena reflexión de lo que te han aportado estas sesiones.

Empatizar con lo que vive tu alumnado te empujará a ser buen docente.

¡Ya sabes! Mantén esa Actitud.

Nos volveremos a encontrar innovando en las aulas.

¡Feliz viaje!

Like
bottom of page