La sociedad de la información se transforma y evoluciona debido al desarrollo tecnológico que influye a nivel económico, cultural, educativo, etc. (García & Gutiérrez-Esteban, 2020).
El docente ha dejado de ser la fuente de todo conocimiento, ya que la tecnología permite el acceso rápido a un inmenso volumen de información. El alumnado tiene la capacidad de acceder a esa información y decidir cuándo, dónde y cómo aprender los contenidos de las asignaturas. (Fernández, 2016)
Además, como ya hemos analizado en algún ensayo, las características del alumnado de hoy en día son diferentes a las del alumnado de hace unos años. Por ejemplo, a un miembro de la generación Z es difícil enseñarle a pensar críticamente mediante una charla o conferencia, (Falcó, 2021) una metodología muy utilizada en el modelo educativo tradicional.
¿Crees que es necesario que se produzca un cambio en el modelo educativo y en los roles que debe asumir el docente?
Labbas y El Shaban (2013 citado en García & Gutiérrez-Esteban, 2020) defienden la existencia de dos grupos de docentes con mentalidades completamente diferentes. Por un lado, está el profesorado que considera que no es necesario un cambio urgente en el modelo educativo, porque tuvieron éxito en la enseñanza tradicional; y por otro lado, aquel que sostiene que la forma de pensar y hacer es totalmente diferente a la de hace 30 años.
En el siguiente video, Eva Teba, docente e investigadora, considera que si el profesorado presenta cierta resistencia al cambio de paradigma educativo, se debe por un lado al miedo a no ser capaz de asumir nuevos roles y, por otro lado, a la carencia de herramientas (metodológicas, etc.) derivada de la falta de una buena formación continua.
Parece lógico pensar que si la manera de aprender ha cambiado también debe hacerlo la forma de enseñar. El profesorado debe adoptar nuevos roles docentes y debe adaptarse a nuevas metodologías de enseñanza. (Viñals y Cuenca, 2016)
Isabel Fernández (2016) considera que el papel del docente es el de crear las condiciones para que el estudiante pueda y quiera aprender. Y es que, igual que hay ambientes que invitan a bailar, a relajarse o a relacionarse; también hay ambientes que invitan y promueven el aprendizaje. (Falcó, 2021)
Para Castaño Garrido (2003 citado en García & Gutiérrez-Esteban, 2020) los roles que debe desempeñar el docente en esta sociedad de la información son:
Consultor de información.
Colaborador en grupo, resolviendo problemas mediante el trabajo colaborativo.
Trabajadores solitarios: poder trabajar y formarse desde casa.
Facilitadores del aprendizaje de los alumnos, desarrollando un pensamiento crítico y creativo.
Supervisores académicos: diagnosticando las necesidades académicas del alumnado.
Teba considera que los ingredientes de todo docente han de ser la vocación y la pasión; y que si además este docente tiene empatía para entender y conectar con el alumnado, entusiasmo que le sostenga y le permita continuar en los días complicados y equilibro que le ayude a conocerse y a establecer y respetar sus propios límites, será un docente excelente. (Teba, 2020)
Considero que ese docente excelente será capaz de asumir en cada centro, en cada aula y para cada alumno y materia el rol o roles más adecuados. Si bien, creo que de los 23 roles que propone Stephen Downes en su artículo "The Role of the Educator" de 2011, el docente excelente tendría que asumir como mínimo los siguientes:
El alumno: como puntualiza Teba en su entrevista, es imprescindible que el docente disponga de una serie de herramientas, no solo para aplicar diferentes metodologías que se adapten a la manera de aprender del alumnado, sino también para abordar las dificultades crecientes en el aula, como la falta de interés y motivación. Es por ello que el docente debe formarse de manera continua y adoptar el rol de alumno pudiéndose convertir en modelo del acto de aprender. Esto incluye entusiasmarse con algo nuevo, explorarlo, probarlo y experimentar.
El crítico: en otros ensayos hemos analizado lo necesario que es hoy en día que el alumnado desarrolle su pensamiento crítico algo a lo que, como he mencionado anteriormente, ya aludía Castaño Garrido en el 2003. Y que mejor manera tiene el docente para conseguirlo que predicar con el ejemplo. Toda persona necesita ser cuestionada; forma parte del proceso de aprendizaje y también se han de cuestionar los valores, las verdades y a las instituciones. El docente en sus sesiones debe pedir o aportar pruebas, verificar los hechos, evaluar el razonamiento de su alumnado y ofrecer opiniones. El docente crítico es también un ayudante de la comprensión, alguien que extrae los hilos de una exposición enmarañada y los aclara, algo que considero esencial a la hora de explicar ciertos contenidos curriculares.
El demostrador: la demostración siempre ha formado parte de la educación, ya que algunas cosas se muestran mejor que se describen. Tradicionalmente la demostración se ha hecho en persona, pero hoy en día los demostradores pueden utilizar equipos reales, simulaciones o vídeos para contar sus historias. En mi opinión, estas experiencias y demostraciones edulcoran las clases magistrales, captan la atención de los alumnos y alimentan su interés por la materia.
En este video Walter Lewin, profesor de física en el MIT, hace una pequeña demostración de la conservación de la energía.
"Aburrir con una clase de física es un crimen" -Walter Lewin.
El teórico: considero que este rol docente complementa al de demostrador y el docente excelente debe saber cuándo asumir cada uno de ellos. El objeto de la teoría es explicar, por lo que el teórico es aquel que intenta describir cómo o por qué ocurre algo, trabajando a través de la abstracción y la generalización. El teórico es también la persona que nos lleva a desarrollar visiones del mundo, a encontrar la causa subyacente o el significado de las cosas, o a crear orden a partir de lo que parece ser un caos.
El evaluador: considero que una evaluación formativa y continua cumple una función fundamental en el proceso de enseñanza. La tecnología moderna permite evaluar no sólo el conocimiento declarativo o la capacidad de composición, sino también el instinto y las reacciones, la sociabilidad, los hábitos y las actitudes. El evaluador no se limita a corregir exámenes y calificar a su alumnado. Personalmente siempre he agradecido cuando alguno de mis profesores o profesoras me ha evaluado valorando mi esfuerzo, mi evolución y mis puntos fuertes; así como comentándome que aspectos debía mejorar y como podía hacerlo.
Como futuro docente aspiro a conocer a mi alumnado, a entenderlo y a ser capaz de motivarle, de captar su interés, de crear las condiciones necesarias para que pueda y quiera aprender y de transmitirle pasión por la materia, asumiendo en cada momento el rol que sea más adecuado. Pero sobre todo espero que mi futuro alumnado me considere algún día y me recuerde como un docente excelente.
"¡Oh capitán, mi capitán!"
¿Seremos capaces de asumir los roles docentes apropiados para cada contexto en el que trabajemos?
Bibliografía:
Downes, S. (2011). The Role of the Educator. Huffpost. Obtenido de: https://www.huffpost.com/entry/the-role-of-the-educator_b_790937
Falcó, C. (2021). Rol docente en el siglo XXI.
Fernández, I. (2016). Encuentra la x: creatividad y el rol del profesor. Obtenido de: https://youtu.be/jQRCFvTdQF8
García, Y., & Gutiérrez-Esteban, P. (2020). El rol docente en la sociedad digital. Digital Education Review, (38), 1-22.
Teba, E. (2020). El rol del docente en el sistema educativo. Obtenido de: https://youtu.be/YiEJ-C3P9Ww
¡Enhorabuena! Un ensayo con una buena argumentación muy bien fundamentada.
Me ha parecido un ensayo muy completo, has explicado muy bien las cualidades de un buen profesor con claros argumentos y citas.
Igual que tú me gustaría conseguir conocer a mi alumnado, atraerlo y envolverlo en un ambiente para que quiera aprender, actuando en cada momento adecuadamente y transmitiéndolo con emoción para que deje huella. Me ha gustado mucho como has expresado tus reflexiones.