Tradicionalmente en la escuela se ha enseñado a debatir media clase contra la otra media con el profesor como moderador. ¿Por qué no difuminar los límites de esos papeles? Que los alumnos y alumnas pasen a ser moderadores cuando sea necesario, o que el docente forme parte del grupo de expertos o panelistas. Cierto es que no podemos organizar un debate formal cada día, ¿te imaginas cómo sería la vida si tuviéramos que organizar un debate en cada intercambio de puntos de vista? No quedaría tiempo para llevar ninguna propuesta a la práctica. Estos intercambios deber desarrollarse de una manera ágil y deben venir de una reflexión, individual o colectica, previa.
En la legislación queda recogido que las programaciones didácticas desarrollen de manera efectiva el pensamiento crítico. Los objetivos de cada etapa están desarrollados a nivel estatal, y se hace mención expresa al desarrollo del pensamiento crítico (LOMLOE, Artículo 123):
e) Desarrollar destrezas básicas en la utilización de las fuentes de información para, con sentido crítico, adquirir nuevos conocimientos. Adquirir una preparación básica en el campo de las tecnologías, especialmente las de la información y la comunicación.
Así mismo, a nivel autonómico, ORDEN ECD/489/2016, de 26 de mayo, también se recogen los objetivos de cada área. En el caso de Tecnología, hay varios objetivos relacionados y uno que lo nombra específicamente:
Obj.TC.5. Valorar críticamente, aplicando los conocimientos adquiridos, las repercusiones de la actividad tecnológica en la vida cotidiana y la calidad de vida, manifestando y argumentando ideas y opiniones.
Algunos datos del Eurostat que refuerzan la necesidad de que las nuevas generaciones desarrollen esta actitud crítica son que casi el 80% de la ciudadanía española afirma encontrar a menudo noticias o información que distorsiona la realidad o que, directamente, es falsa. Al 55% de las personas encuestadas le resulta fácil identificarlas, pero a pesar de ello, un 88% opina que se trata de un fenómeno que supone un problema para nuestro país o que incluso pone en riesgo la democracia (88%).
Bloom (1956) desarrolló una jerarquía de los objetivos educativos que se querían alcanzar con el alumnado, dividiéndolo en tres ámbitos: ámbito cognitivo, ámbito afectivo y ámbito psicomotor. Es del primer ámbito del que surge la tabla de la taxonomía de Bloom. Se comprobó rápidamente que no todas las acciones cognitivas tenían la misma complejidad, por ejemplo, no es lo mismo recordar un cierto dato que analizarlo o valorarlo.
El equipo de Bloom jerarquizaba el ámbito cognitivo de la siguiente forma:
Ilustración 1. Fuente: https://www3.gobiernodecanarias.org/medusa/edublog
Esta no es la forma en la que la taxonomía ha llegado hasta nosotros puesto que en el 2001 sufrió una revisión por parte de Lorin Anderson y David R. Krathwohl, antiguos alumnos del propio Bloom. Los cambios que realizaron estos discípulos supuso:
Cambiar los sustantivos por verbos.
La denominación del primer nivel pasa a ser recordar en vez de conocimiento o conocer.
Ampliar el nivel de síntesis relacionándolo con la creación como un concepto más amplio.
Cambiar el orden de los dos últimos niveles, anteponiendo la evaluación a la creación. De esta manera crear supone el pensamiento mayor orden.
La taxonomía quedó finalmente de esta forma:
Ilustración 2. Fuente: https://www3.gobiernodecanarias.org/medusa/edublog
En el siguiente video se puede encontrar una explicación condensada en seis minutos con algunos ejemplos de aplicación:
Al igual que en el diseño instruccional debe responder a las tres preguntas de qué, a quién y para qué, a la hora de diseñar unos objetivos y llevarlos a cabo, también se debe analizar con qué vamos a trabajar y hacia dónde. A partir de ahí, se debe trabajar en la adecuación a los destinatarios, a los objetivos etapa y área definido por la ley, secuenciar los objetivos adecuadamente y analizar si son actuales y relevantes.
Bruns y Humphreys (2005) proponen una educación con espacios de comunicación para desarrollar actitudes, de un nuevo tipo de alfabetización tecnológica que denominan “crítica, colaborativa y creativa”.
Watson & Glaser (1980) han considerado las habilidades del razonamiento y el pensamiento crítico como una acción de reflexión en las que el ser humano reconoce la existencia de problemas y la necesidad de hallar las evidencias que sirvan de apoyo a las posiciones adoptadas. El pensamiento crítico consta de un componente de actitudes, conocimientos y destrezas entre las cuales se incluyen: hacer inferencias válidas, reconocer suposiciones, razonar en forma deductiva e inductiva, evaluar evidencias, interpretar y evaluar argumentos.
Caso práctico: aplicación de la taxonomía de Bloom para analizar si los objetivos de una unidad didáctica sirven para desarrollar el pensamiento crítico.
En siguiente la tabla se relacionan los objetivos de la unidad 4 para el curso 2021-2022 de 2º de la ESO del IES Valle del Jiloca en Calamocha, con los procesos cognitivos descritos en la taxonomía de Bloom.
Esta unidad didáctica cubre cinco de los seis niveles de la taxonomía de Bloom. Al final de la unidad el alumnado tiene que ser capaz de tener una base de conocimientos sobre la obtención y transformación de los metales para que su aprovechamiento transforme el futuro tecnológico y social. Para la correcta consecución de los objetivos, el docente se debe asegurar de que el alumno ha adquirido la base de conocimientos necesaria respecto a la definición y tipos de metal en otras asignaturas de cursos previos.
Se puede afirmar que es una secuenciación de objetivos bastante completa y como mejora se podría proponer incluir un objetivo que trabaje el nivel seis:
Nivel 6. Crear: Cambiar o crear algo nuevo. Recopilar información de una manera diferente combinando sus elementos en un nuevo modelo o proponer soluciones alternativas.
Ejemplo propuesto: Rediseñar un dispositivo cotidiano atendiendo a criterios de sostenibilidad e impacto social.
Las nuevas tecnologías han traído la democratización del acceso a la información, y a este fenómeno le ha acompañado el efecto contrario, la sobreinformación, el exceso de datos que parecen promover más que nunca la desinformación de nuestra sociedad e incapacidad de construir soluciones acordes al problema. Por este motivo, el pensamiento crítico va a ser un factor diferenciador en el grado de madurez con el que los alumnos actúen en la sociedad. La taxonomía de Bloom es una herramienta realmente útil para el diseño de los objetivos de cada unidad didáctica ya que permite al docente detectar las posibles deficiencias o mejoras en dicho diseño. La ventaja de esta clasificación respecto es que se ha trasladado al trabajo diario de los centros en mayor medida que otras clasificaciones, y por lo tanto, disponemos de más materiales para llevarla a cabo.
Bibliografía:
Anderson, L. W., y Krathwohl, D. R. (2001). A taxonomy for learning, teaching, and assessing: A revision of Bloom’s taxonomy of educational objectives. New York: Longman
Bloom, B. S.; Engelhart, M. D.; Furst, E. J.; Hill, W. H.; Krathwohl, D. R. (1956). Taxonomy of educational objectives: The classification of educational goals. Handbook I: Cognitive domain. New York: David McKay Company.
Bruns, A. y Humphreys, S. (2005). Wikis in Teaching and Assessment: The M/Cyclopedia Project [En línea] https://snurb.info/files/Wikis%20in%20Teaching%20and%20Assessment.pdf (Consulta, 18 de noviembre de 2021).
Gobierno de Canarias (03 de marzo de 2015). La taxonomía de Bloom, una herramienta imprescindible para enseñar y aprender. https://www3.gobiernodecanarias.org/medusa/edublog/cprofestenerifesur/2015/12/03/la-taxonomia-de-bloom-una-herramienta-imprescindible-para-ensenar-y-aprender/
Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación. https://www.boe.es/eli/es/lo/2020/12/29/3/dof/spa/pdf
Orden ECD-489-2016, de 26 de mayo – Currículo ESO de Aragon. http://www.boa.aragon.es/cgi-bin/EBOA/BRSCGI?CMD=VEROBJ&MLKOB=910768820909
Recursos Aula. [Recursos Aula]. (18 de octubre de 2020). TAXONOMÍA DE BLOOM: Qué es y EJEMPLOS de Aplicación. [Archivo de vídeo]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=bT6QjTHkuME
Watson, G. Y Glaser, E. (1980). Critical Thinking Appraisal. San Antonio: Harcourt Brace Jovanovich.
Un ensayo completo... ¡sin introducción ni cierre!
Echo en falta un párrafo que introduzca el tema y análisis que vas a desarrollar en tu artículo y un cierre en forma de pregunta o reto que anime a profundizar en lo expuesto.
Felicidades por el ensayo!
Muy completo. Me ha gustado la relación que haces del pensamiento crítico con la legislación.
Por sacar alguna pega, la conclusión quizá es demasiado larga y no acabas proponiendo ningún reto.