El pensamiento es una capacidad innata del ser humano que nos permite formar ideas y representaciones mentales, así como interrelacionalas. Existen distintos tipos de pensamientos, e. g., inductivo, deductivo, creativo o instintivo (Ruiz, 2019). Sin embargo, uno de ellos, el pensamiento crítico, sobresale por encima del resto, ya que se encarga de evaluar el paradigma en el que todos los demás se fundan (Etecé, 2021). Pese a que todos nosotros pensamos, no lo hacemos de igual forma: algunas veces nos basamos en prejuicios, o lo hacemos de una forma arbitraria, parcial o distorsionada.
La definición de pensamiento crítico es un tema controvertido en la literatura, aunque todos los autores coinciden en su estrecha relación con la racionalidad (Lopez-Aymes, 2012). Se trata de un pensamiento deliberado y autocontrolado que no está centrado en formar nuevas ideas o representaciones, sino de revisarlas, evaluarlas y reflexionar sobre ellas: qué se entiende, qué es justo o razonable, qué es verdadero, etc. En 1990, se publicaron los resultados del conocido Proyecto Delphi, a cargo del estadounidense Peter Facione (Facione, 1990; González, 2006). Este estudio, de dos años de duración, buscaba definir de manera consensuada las habilidades y disposiciones necesarias para alcanzar el pensamiento crítico (ver Figura 1). Además, propusieron la siguiente definición:
“El pensador crítico ideal es una persona que es habitualmente inquisitiva, bien informada, que confía en la razón, de mente abierta, flexible, justa cuando se trata de evaluar, honesta cuando confronta sus sesgos personales, prudente al emitir juicios, dispuesta a reconsiderar y si es necesario a retractarse, clara con respecto a los problemas o las situaciones que requieren la emisión de un juicio, búsqueda de información relevante, razonable en la selección de criterios, enfocado en preguntar, indagar, investigar, persistente en la ordenada cuando se enfrenta a situaciones complejas, diligente en la búsqueda de resultados tan precisos como las circunstancias y el problema o la situación lo permitan.”
Por lo tanto, el pensador crítico sería aquel que es capaz de pensar por sí mismo. El pensamiento crítico está formado tanto de habilidades como de disposiciones, de conocimientos relevantes y de competencias metacognitivas, ver Figura 1 (Lopez-Aymes, 2012).
Figura 1. Habilidades y disposiciones del pensamiento crítico según el modelo de Facione.
En el ámbito educativo, desarrollar el pensamiento crítico conlleva (i) hacer que los alumnos se cuestionen los conceptos y la coherencia de sus ideas, (ii) motivar la lectura comprensiva, (iii) fortalecer el razonamiento y el lenguaje como herramienta básica, (iv) generar un clima de motivación, incentivando la investigación, (v) hacer que los estudiantes asuman o examinen puntos de vista diferentes, (vi) fomentar la convivencia por encima de las ideas, (vii) analizar los prejuicios que distorsionan el pensamiento y (viii) plantear problemas que permitan la formación moral (Montoya, 2007). El objetivo es claro: conseguir que el alumno adquiera habilidades de análisis crítico, indagación, reflexión y autoevaluación. Por un lado, el estudiante deberá aprender a cuestionar en lugar de a dar respuestas; mientras que el docente deberá centrarse en el proceso de aprendizaje en lugar de únicamente en el resultado (Falcó, 2021), introduciendo en la base de las programaciones didácticas (los objetivos de cada unidad) estrategias que fomenten este pensamiento.
La creación de objetivos didácticos que fomenten el pensamiento crítico es una tarea compleja. La Taxonomía de Bloom, inicialmente propuesta en (Bloom, 1956) y posteriormente actualizada en (Anderson y Krathwohl, 2001), es una de las principales herramientas para diseñar estos objetivos. Divide en tres categorías la forma en que se produce el aprendizaje:
Dominio cognoscitivo: relacionado con el conocimiento y el intelecto. Es en esta categoría donde surge el análisis de la taxonomía de Bloom. A su vez se divide en dos bloques. El bloque inferior incluye recordar, comprender y aplicar, mientras que el superior analizar, evaluar y crear. Es necesario conocer la información y entenderla para poder tomar decisiones (Falcó, 2021). Ver Figura 2.
Dominio psicomotor: relativo a destrezas o habilidades psicomotoras de los alumnos (e. g., manipulación manual). Comprende 5 subáreas (Babarro, 2019):
Percepción: el alumno es consciente del mundo que le rodea.
Predisposición: en este nivel debe demostrar su preparación para desarrollar ciertas actividades.
Respuesta guiada: a través de instrucciones del docente, el alumno puede realizar determinadas acciones.
Respuesta mecánica: tras realizar acciones guiadas varias veces, se consigue este nivel.
Respuesta completa evidente: se refiere al momento en que el alumno puede desarrollar las tareas encomendadas de forma eficaz sin ayuda.
Dominio afectivo: se refiere a la evolución en cuanto a conducta, actitud y sentimientos (propios del individuo y ajenos). Dentro de él se identifican 5 subáreas ordenadas (Babarro, 2019):
Recepción: el alumno debe ser capaz de observar sus emociones y actitudes, así como las de los demás. Actitud pasiva.
Respuesta: debe reaccionar a los estímulos recibidos en la fase anterior de un modo u otro. Actitud activa.
Valoración: se puede asignar una valoración a cada información o respuesta.
Organización: son capaces de agrupar los valores, comparándolos.
Caracterización: el alumnado ya ha forjado una creencia que caracteriza su comportamiento.
Figura 2. Elementos del dominio cognoscitivo de la taxonomía de Bloom. Fuente: Garbiñe Larralde.
A continuación se presenta el análisis de los objetivos de la Unidad Didáctica 10: Electricidad de la Programación Didáctica (Andrés et al., 2019) con el fin de comprobar si, según la taxonomía de bloom brevemente presentada, contribuyen al pensamiento crítico. Los objetivos de esta unidad son los siguientes:
Reconocer y entender las principales magnitudes eléctricas.
Identificar y aplicar la ley de Ohm.
Diferenciar los tipos de corriente eléctrica.
Calcular circuitos serie y paralelo.
Asociar los circuitos teóricos a circuitos prácticos.
Diseñar circuitos eléctricos básicos con software específico.
Realizar el montaje de un circuito eléctrico básico.
Manipular los instrumentos de medida.
Análisis Psicomotor
Las destrezas psicomotoras del alumno se incluyen únicamente en los objetivos 7 y 8. Sin embargo, no se analizan las distintas áreas de esta dimensión. Como mejora, se podrían especificar las respuestas guiada, mecánica y completa dentro de los objetivos de la programación: “Realizar el montaje de un circuito eléctrico básico siguiendo las instrucciones del docente”, “Realizar el montaje de un circuito de forma autónoma” y “Realizar el montaje de un circuito de forma autónoma, eficiente y eficaz”.
Análisis Afectivo
Esta dimensión es la más ausente en esta unidad didáctica. Se podría incluir en un objetivo adicional mediante el uso de trabajos grupales con participación activa, o trabajos individuales donde se potencie la independencia; o favoreciendo la responsabilidad social. Por ejemplo: “Evaluar la influencia de la electricidad en la sociedad” o “Diseñar circuitos eléctricos básicos con software específico en grupos de trabajo, colaborando activamente”.
Análisis Cognoscitivo
La siguiente tabla muestra la agrupación de los objetivos en cada una de las 6 fases de la Taxonomía de Bloom, en base a la taxonomía usada para su formulación:
Tabla 1. Análisis cognoscitivo de los objetivos de la unidad didáctica.
En esta tabla se puede observar cómo se trata de una unidad muy práctica, habiendo desatendido la mayoría de áreas restantes. La adquisición de conocimientos en el bloque básico (recordar y comprender) pasan muy desapercibidos en esta unidad, apareciendo únicamente en el primer objetivo. Esto debería solucionarse incluyendo una base más teórica de comprensión y presentación de información, por ejemplo, en cuanto a qué es la Ley de Ohm, qué es un circuito en serie y paralelo o qué elementos de medida existen (objetivos 2, 3 y 8). Las partes de análisis y creación aparecen únicamente en un objetivo cada una. Se podría incluir “Planificar y diseñar un circuito eléctrico” para posteriormente “Hacer la simulación de un circuito eléctrico” y finalmente “Construir un circuito eléctrico”. El elemento más llamativo por su ausencia, sin embargo, es la evaluación. Se trata de un área necesaria para generar el pensamiento crítico y que en la unidad 10 debería aparecer. Un posible ejemplo sería a través de la revisión en grupo de los distintos diseños de circuitos eléctricos que cada alumno haya hecho, llevándolos a preguntarse: ¿Sería mejor emplear…? ¿Qué mejorarías del diseño de…? ¿Cómo determinarías…?.
En definitiva, se debería incidir más en la dimensión afectiva de la programación, así como en la fase de evaluación. Como conclusión, propongo la siguiente pregunta para la reflexión: Muchas programaciones formulan sus objetivos empleando herramientas para desarrollar el pensamiento crítico de los alumnos, sin embargo, ¿se valora en los métodos de evaluación de la asignatura si este pensamiento se ha logrado? ¿De qué sirve describir los objetivos para alcanzar el pensamiento crítico si el método de evaluación es un examen tipo test? ¿Hay coherencia en estas programaciones?
Bibliografía:
Bloom, B. S. (1956). Taxonomy of educational objectives. Vol. 1: Cognitive domain. New York: McKay, 20(24), 1.
Facione, P. (1990). Critical thinking: A statement of expert consensus for purposes of educational assessment and instruction (The Delphi Report).
Anderson, L. W., & Krathwohl, D. R. (2001). A taxonomy for learning, teaching, and assessing: A revision of Bloom's taxonomy of educational objectives. Longman.
Fowler, B. (2002). La taxonomía de Bloom y el pensamiento crítico. Gabriel Piedrahita U. Foundation Published on September, 1-4.
González, J. H. (2006). Discernimiento. Evolución del pensamiento crítico en la educación superior. Cali: ICESI. Colombia. Disponible en: https://eduteka.icesi.edu.co/pdfdir/DiscernimientoHipolitoIcesiCompleto.pdf
Montoya, J. I. (2007). Primer avance de investigación. Acercamiento al desarrollo del pensamiento crítico, un reto para la educación actual. Revista Virtual Universidad Católica del Norte, (21).
López-Aymes, Gabriela. Pensamiento crítico en el aula. Docencia e Investigación, 2012, vol. 37.
Facione, P. A. (2015). Critical thinking: What it is and why it counts. Insight assessment, 2007(1), 1-23.
Ruiz Mitjana, Laura (2019). Los 11 tipos de pensamiento. Disponible en: https://estilonext.com/psicologia/tipos-de-pensamiento
Babarro Rodríguez, N. (2019). Taxonomía de Bloom: qué es, para qué sirve y objetivos. Disponible en: https://www.psicologia-online.com/taxonomia-de-bloom-que-es-para-que-sirve-y-objetivos-4579.html
Pinion Difusión (2020). El pensamiento crítico en la educación. Disponible en: https://pinion.education/es/blog/el-pensamiento-critico-en-la-educacion/
Andrés, C., Juan, A., Losantos, R., Pérez, P. J. y Sánchez, A. (2020). Programación Didáctica. Disponible en Classroom.
Etecé, ed. (2021). Pensamiento. Disponible en: https://concepto.de/pensamiento/
Falcó, C. (2021). Análisis de objetivos. El pensamiento crítico. Disponible en Classroom.
¡Enhorabuena! por un ensayo completo y muy bien fundamentado... con alguna posible mejora:
* Echo en falta un párrafo que introduzca qué vas a tratar.
* Tu reflexión habría estado más completa si hubieras hecho una propuesta de nuevo(s) objetivo(s) para el nivel de Evaluar. Las actividades son el instrumento para lograr los objetivos.
* Es mejor releer para evitar las faltas tipográficas.
Enhorabuena, se trata de un ensayo muy completo y muy atractivo a la hora de leerlo. Me cuesta sacarte cualquier pero, la verdad, así que simplemente decir que lo que más me ha gustado es la reflexión final donde das a entender que la dimensión afectiva está algo olvidad. Estoy totalmente de acuerdo contigo y creo que se debería solventar este problema, especialmente ahora que tras la pandemia viene la ola que llaman "de la mala salud mental".
¡Enhorabuena por el trabajo! Me gusta la forma en que lo has desarrollado, de forma muy clara y concisa. La parte en la que analizas el pensamiento crítico es muy interesante la forma en que detallas los aspectos que lo forman, y lo más importante, cómo hacer que lo desarrolle el alumnado.
En la unidad didáctica estoy de acuerdo en que los objetivos añadidos para que el alumnado pueda desarrollar completamente el pensamiento crítico, pero desde mi punto de vista el análisis afectivo es tratado en clase de forma indirecta al tratar con la actitud, la respuesta del alumno a distintos estímulos o cómo organiza todas aquellas informaciones aprendidas, entre otras. ¡¡¡Muy buen trabajo!!!