El pensamiento crítico ha sido definido por múltiples autores que crean un movimiento innovador que pone en tela de juicio los conceptos tradicionales del aprendizaje y del desarrollo de habilidades de pensamiento en la escuela (1). Es el tipo de pensamiento que se caracteriza por manejar y dominar las ideas. Su principal función no es generar ideas sino revisarlas, evaluarlas y repasar qué es lo que se entiende, se procesa y que se comunica mediante los otros tipos de pensamiento (verbal, matemático, lógico, etcétera). Por lo tanto, el pensador crítico es aquel que es capaz de pensar por sí mismo. (2)
La misión de la escuela no debería ser tanto enseñar al alumno una multitud de conocimientos que pertenecen a campos muy especializados, sino ante todo, aprender a aprender, procurar que el alumno llegue a adquirir una autonomía intelectual (3).
¿Por qué es necesario que las programaciones desarrollen de manera efectiva el pensamiento crítico? En primer lugar para que los alumnos puedan desarrollar razonamientos y juicios fundamentados en los conocimientos respecto a ciertos temas. Por otra parte, la sociedad actual uno de los principales problemas en la adquisición de conocimientos es la infoxicación. Tenemos una enorme cantidad de información a nuestro alcance, pero esto no quiere decir que toda sea cierta. Por lo que la importancia del pensamiento crítico reside a día de hoy, entre otras cosas, en distinguir la información que es de calidad con la información que no lo es.
Pero la pregunta que ahora nos aborda, y a la que se dará respuesta en el presente ensayo es ¿cómo nos aseguramos de que estamos generando un pensamiento crítico en el alumnado de acuerdo a los objetivos de las materias?
LA TAXONOMÍA DE BLOOM
La taxonomía de Bloom, creada por Benjamin Bloom en 1956 y modificada por Lorin Anderson y David Krathwohl en 2001, fue publicada como una clasificación de resultados y objetivos de aprendizaje. Divide en tres dominios la forma en que las personas aprenden: cognitivo, psicomotriz y afectivo (4).
Es el dominio cognitivo el que hace énfasis en los desempeños intelectuales de las personas y en que nos centraremos en el presente ensayo. A su vez, el dominio cognitivo se divide en seis categorías o niveles: recordar, entender, aplicar, analizar, evaluar y crear.
Las tres primeras habilidades son de orden inferior o bajo nivel de complejidad, y las tres últimas de orden superior o alto nivel de complejidad. La taxonomía de Bloom asocia ciertos verbos, acciones, resultados y preguntas a los diferentes procesos cognitivos, de acuerdo a la siguiente tabla:
Pensar críticamente requiere de ambos grupos: es necesario conocer y comprender la información (orden inferior) y saber utilizarla para tomar decisiones y crear nuevo conocimiento (orden superior). Las palabras claves que se usan y las preguntas que se hacen pueden ayudar en establecer y estimular el pensamiento crítico, especialmente en los niveles superiores.
Las situaciones en las que la taxonomía de Bloom puede ser de utilidad son las siguientes (5):
Redactar objetivos de aprendizaje.
Diseñar las actividades en una secuencia didáctica
Diseñar los indicadores en los instrumentos de evaluación
Debemos tener cuidado a la hora de identificar objetivos propuestos de una unidad didáctica con las habilidades de la taxonomía de Bloom. Podemos hacerlo gracias a los verbos, pero debemos fijarnos en que, en la tabla, un mismo verbo o producto aparece en más de una categoría en una misma clasificación. Ni el utilizar un determinado verbo en un objetivo ni el requerir la realización de un producto por si solo sitúan dicho objetivo en uno u otro nivel de la taxonomía. Es el objetivo completo (acción – contexto – resultado) el que ayuda a desarrollar uno u otro nivel de desempeño intelectual. (6)
Se recomienda al lector el visionado del siguiente vídeo en el que se describen ejemplos prácticos de aplicación de la taxonomía de Bloom respecto a diversas actividades.
ANÁLISIS DE LA TAXONOMÍA DE BLOOM EN LA PROGRAMACIÓN DE UNA UNIDAD DIDÁCTICA
Los siguientes puntos muestran cuáles son los objetivos didácticos a alcanzar para la unidad didáctica 6: instalaciones en edificios, en la materia Tecnología de 4º de ESO en el I.E.S. Pablo Gargallo en la localidad de Zaragoza. Se destaca en letra negrita los verbos de cada objetivo de manera que podamos relacionarlos con su correspondiente habilidad en la taxonomía de Bloom, eso sí, teniendo en cuenta la acción-contexto-resultado y no únicamente el verbo:
Mostrar los elementos básicos que, dentro del hogar, forman las instalaciones eléctricas, de agua, gas, calefacción y comunicaciones: RECORDAR, COMPRENDER.
Describir los mecanismos limitadores y de control en la electricidad del hogar: RECORDAR.
Describir las principales normas de seguridad para el uso del gas y la electricidad: RECORDAR.
Presentar los principales componentes de las redes de distribución de agua, gas y electricidad: EVALUAR.
Mostrar las características básicas del proceso de combustión de gas: RECORDAR, COMPRENDER.
Explicar las principales normas de ahorro energético en la calefacción y examinar los principales elementos de pérdida de calor en una casa: COMPRENDER,ANALIZAR.
Conocer los distintos tipos de señales que permiten la comunicación del hogar hacia y desde el exterior: RECORDAR.
Establecer procedimientos sencillos de detección de averías y de pequeñas reparaciones que no necesitan, por lo común, de un profesional: ANALIZAR.
Se puede observar que se identifican las habilidades de recordar, comprender, analizar y evaluar. Sin embargo, ninguno de los objetivos propuestos se relaciona con las habilidades de aplicar y crear. Los objetivos cumplen con que se relacionan tanto con las habilidades de orden inferior como con las de orden superior, por lo que se desarrollará un pensamiento crítico en el alumnado. No obstante, se proponen dos objetivos adicionales con relación a las dos habilidades ausentes en la propuesta:
9. Categorizar los distintos tipos de calderas empleadas para dar servicio de calefacción de acuerdo a sus combustibles: APLICAR.
10. Experimentar en el taller con circuitos eléctricos similares a los que se encuentran en las viviendas: CREAR.
CONCLUSIONES
Se ha dejado claro que es fundamental el desarrollo de un pensamiento crítico en los alumnos, de manera que sean capaces de razonar y pensar por sí mismos creando sus propias opiniones.
Por otra parte, la taxonomía de Bloom es una herramienta de gran utilidad en la labor docente, dado que nos ayudará a elaborar objetivos y actividades en los distintos niveles cognitivos: recordar, entender, aplicar, analizar, evaluar y crear. Combinando los niveles de orden inferior y de orden superior, conseguiremos que el alumnado desarrolle un pensamiento crítico. Se ha visto cómo aplicarlo a la identificación de los objetivos de la programación de una unidad didáctica.
Para finalizar, se propone una pregunta para invitar a la reflexión. Dado que cada vez se debería tender más al desarrollo del pensamiento crítico en las aulas, ¿debería ser algo que se evaluase como tal? Por explicarlo de otra manera, ¿debería en una asignatura calificarse el pensamiento crítico ponderando esa parte en la calificación final?
A. Sesma
Referencias.
(1) FANCIONE, P. A. (Dir.) (1990): Critical thinking: A statement of expert consensus for purposes of educational assessment and instruction. Millbrae, CA, The California Academic Press.
(2) LÓPEZ, G. (2013). Pensamiento crítico en el aula. Universidad Autónoma del Estado de Morelos.
(3) JONES, B, F., y IDOL, L. (1990): “Introduction”, en B. F. Jones y L. Idol (Eds.), Dimensions of thinking and cognitive instruction (pp. 1-13). Hillsdale, NJ, Erlbaum.
(4) Fowler, B. La Taxonomía de Bloom y el pensamiento crítico. Longview Community College Missouri, Estados Unidos
(5) Guerrero, J.A. (27 de octubre de 2019). ¿Qué es la taxonomía de Bloom y para qué sirve? https://docentesaldia.com/2019/10/27/que-es-la-taxonomia-de-bloom-y-para-que-sirve/
(6) FALCÓ, C. (2021). Análisis de objetivos. El pensamiento crítico. Universidad de Zaragoza.
¡Enhorabuena por el trabajo! Coincido enormemente contigo en que la misión de la escuela no debe ser la de hacer que los alumnos se ``traguen´´ una cantidad enorme de contenidos, sino que se les enseñe a ser autónomos intelectualmente. Por otro lado, creo que para que se pudiera calificarse el pensamiento crítico tendríamos que asegurarnos que los profesores lo desarrollaran de manera efectiva en sus alumnos
¡Enhorabuena! por un ensayo completo.
Te contesto con otra pregunta. ¿Adquirir el pensamiento crítico debe figurar como tal en los objetivos de aprendizaje en lugar de ser un aprendizaje implícito? TODOS los objetivos deben ser evaluados, lo que no es sinónimo de calificados.
Me ha gustado mucho el ensayo, en especial cuando dices que el hecho de incluir un verbo en un objetivo no hace que este se incluya automáticamente en una de las categorías de la taxonomía.
También me ha parecido muy interesante el vídeo que has adjuntado y cómo has analizado la unidad didáctica, creo que está bastante clara y concisa.
Enhorabuena por el trabajo.
Me ha gustado como has introducido el concepto de pensamiento critico y como has valorado lo importante y necesario que es a día de hoy, debido a la "infoxicación" a la que estamos sometidos. Además, creo que has trasladado esa necesidad a las aulas de una manera bastante acertada. Ma ha parecido interesante que hayas incluido tres usos concretos de la Taxonomía de Bloom en la labor docente y coincido contigo en que resultará de gran utilidad. Sin duda será una herramienta que tendremos que tener muy presente.
Me parece muy interesante el vídeo que propones visionemos. Igualmente todo el artículo es muy interesante. Me hace reflexionar la pregunta final que propones: "¿debería en una asignatura calificarse el pensamiento crítico ponderando esa parte en la calificación final?". Te propongo yo otra: ¿Cómo lo harías?.