En el año 500.000 a.c. nuestro antecesor, el Homo Erectus, consiguió conservar el fuego ocasionado por la caída de un rayo y domesticarlo para cocinar, calentarse o ahuyentar a los depredadores (Wrangham, 2009). Pero ya mucho antes, hace dos millones y medio de años, un pequeño primate se acuclilló junto a un riachuelo y empezó a chocar dos piedras hasta conseguir una lasca afilada. Era la primera tecnología humana, el inicio de un viaje de innovación que continuó hasta los cohetes espaciales y los teléfonos móviles cuyo control informático puede llegar a causar conflictos internacionales (Domínguez, 2019).
Todos estos hechos relevantes estudiados en aquellas clases de Historia, son Tecnología, son un conjunto de teorías y de técnicas que permiten el aprovechamiento práctico del conocimiento científico tal cómo define la RAE. La pregunta que nos debemos hacer es cómo esta materia debe ser enseñada en el mundo educativo. A continuación, se plantean varios enfoques y se reflexiona sobre qué nos aporta cada uno y, sobre todo, qué les aporta a las nuevas generaciones.
Rodríguez Acevedo (1998) hace referencia a un estudio que la UNESCO (1988) publicó en relación a la enseñanza de tecnología cogiendo referencias de un buen número de países. En dicho estudio se desatacan tres tendencias:
La primera tendencia se base en las artes manuales, el modelo de producción industrial, agropecuaria o comercial y el modelo de alta tecnología. Su principal objetivo sería la inmediata incorporación al sector productivo de mano de obra formada. La deficiencia de este modelo es que no tiene en cuenta la constante trasformación del mercado laboral, las nuevas necesidades que se van generando en la vida laboral de una persona y la escasa implicación del individuo en el análisis social, ético y transformador de la actividad llevada a cabo.
La segunda tendencia se refiere al modelo de conceptos tecnológicos y de ciencia aplicada. Como fortaleza destacamos el valor pedagógico de interiorización de los conocimientos científicos, dejando de nuevo en un segundo plano el análisis de las implicaciones sociales y resolución de problemas actuales.
La tercera tendencia se refiere a las competencias clave y el modelo CTS (Ciencia, Tecnología y Sociedad). Gilbert (1993) en su estudio aúna las tendencias que recogen los aspectos técnicos y las que recogen los aspectos culturales, para dar a la tecnología un papel social y transformador. La tecnología se concibe como una actividad teórico-práctica, siempre hay una reflexión basada en los principios científicos, que va seguida de una acción creativa. EL problema de este enfoque reside en la dificultad de interconectar todas las ramas de la tecnología y convertir la reflexión teórica en soluciones concretas.
Ilustración 1. Fuente: De Oro, 2013, pag.25.
Esta tercera tendencia es la que se acerca más al desarrollo de competencias clave descritas en los currículos educativos de las etapas de Secundaria y Bachillerato de España y la que vamos a desarrollar un poco más en detalle de la mano de tres autores.
La rápida evolución de la tecnología hace que cada generación se enfrente a nuevos problemas y disponga de nuevos medios para acometer las respectivas soluciones. La didáctica debe desarrollar una cultura tecnológica, “una forma de pensar y de transformar la realidad” (Gay y Ferreras, 2012). Según Gay y Ferreras (2012, p.22) “algunos desafíos importantes del mundo de hoy, que requieren una cultura tecnológica para poder enfrentarlos democráticamente, son:
· La elección de los tipos de energía a utilizar, el uso racional de las mismas el control de la contaminación que producen.
· La determinación de las características, el nivel y la velocidad de incorporación de las nuevas tecnologías, para que sean compatibles con las exigencias de productividad y el nivel de empleo.
· La opinión responsable sobre las nuevas disyuntivas que plantea la tecnología, en los campos ético, legal y organizativo (fundamentalmente en el campo de las biotecnologías y del medio ambiente).
· El juicio justificado en lo referente a la educación de las nuevas generaciones, para hacer frente a la operatividad y competencias que plantean las tecnologías modernas.
· La toma de posición en lo referente a un desarrollo económico en armonía con la naturaleza y con equidad entre los hombres.
· La selección, control y evaluación de las tecnologías más pertinentes para mejorar la calidad de vida de cada región.”
La cultura tecnológica debe desarrollar esas tres dimensiones (Andrade, 1996):
· La capacidad de "leer" un objeto para poder utilizarlo. Aunque los objetos tecnológicos se están diseñando y desarrollando bajo el principio de ser amigables y transparentes al usuario es necesario no solo tener ciertas destrezas para un uso correcto y seguro sino también una visión crítica y reflexiva para utilizarlos adecuadamente.
· La capacidad de evaluar las distintas alternativas tecnológicas. El equipo más caro y complejo no es el mejor en todas las circunstancias.
· La capacidad de participación democrática en la toma de decisiones sobre problemas de naturaleza social y ambiental como fuentes de energía, consumo de agua, ubicación de residuos, …
Un objeto tecnológico es todo elemento fabricado por el hombre para una finalidad determinada (Icarito, 2010), siempre que sea manipulable u operable, es decir, que se puedan efectuar operaciones con él.
Ilustración 2. Fuente: De Oro, 2013, pag. 22.
La cultura tecnológica debe desarrollarse en dos niveles (De Oro, 2013):
· Un nivel de alfabetización, que promueve una utilización crítica de la Tecnología. En este nivel el principal objetivo es proporcionar al alumno las herramientas básicas para relacionarse con el entorno tecnológico que le rodea, sentando las bases para que pueda comprender, evaluar, usar y transformar los objetos tecnológicos, y ser un consumidor crítico y racional de los mismos.
· Un nivel de profundización. En este nivel se amplían los principios fundamentales y se avanza en el lenguaje, los conocimientos y las particularidades de la tecnología.
Una vez acabada la exposición a favor de esta tercera tendencia en la que además de enseñar al alumno los fundamentos técnicos de la tecnología, se le guía en el desarrollo de una actitud crítica y consciente, volveremos a ese suceso tan relevante como fue el descubrimiento del fuego. Parece que una gran mayoría está de acuerdo en que el fuego supuso una evolución positiva que permitió que nuestros cerebros aumentaran sus capacidades, sin embargo, el fuego también tenía desventajas.
En algunas ocasiones, el humo les quemaba los ojos y los pulmones. Es probable que la capa exterior de su comida estuviera carbonizada, lo cual pudo aumentar el riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer. Al estar reunidos en un solo lugar, también era más fácil que se transmitieran enfermedades (Yin, 2016).
Empleando las palabras de Albert Einstein “¿Por qué esta magnífica tecnología científica, que ahorra trabajo y nos hace la vida más fácil nos aporta tan poca felicidad? La respuesta es esta, simplemente: porque aún no hemos aprendido a usarla con tino.” El ser humano debe aprender a usar la tecnología de la que dispone de la forma más eficiente posible y para ello se necesita tiempo, reflexión y estudio. Al igual que lo necesitaron nuestros antecesores con el fuego.
Es función de los docentes saber guiar a los alumnos en este estudio para que puedan lidiar con las consecuencias, positivas y negativas, del proceso evolutivo. Dicho docente debe ser ejemplo de esta actitud (De Oro, 2013, pág. 32), debe estar informado, tener una actitud crítica problematizando sus acciones cotidianas en la clase y una actitud transformadora produciendo respuestas alternativas para generar innovaciones en sus modos de enseñar.
La Tecnología es un área trascendental y transversal (UNESCO, 2008), y en este caso no es fácil establecer límites. Por este razonamiento, la manera de aprender tecnología influirá en la manera en que el ser humano acometa los retos evolutivos a los que nos enfrentamos.
Bibliografía:
Ø Richard Wrangham (2009). Catching Fire: How Cooking Made Us Human. Londres: Basic Books.
Ø Nuño Dominguez (4 de junio de 2019). La primera caja de herramientas de la humanidad. El País. Recuperado el 6 de noviembre de 2011, de: https://elpais.com/elpais/2019/06/03/ciencia/1559585748_126563.html
Ø Germán Darío Rodríguez Acevedo (1998). Ciencia, Tecnología y Sociedad: una mirada desde la Educación en Tecnología. Madrid: Revista Iberoamericana de Educación. Número 18 - Ciencia, Tecnología y Sociedad ante la Educación.
Ø UNESCO (1988). Innovaciones en la educación en ciencias y tecnología. Vol. I,II,III,IV y V. Montevideo.
Ø GILBERT, J.R. (1993). Educación en Tecnología: Una nueva asignatura en todo el mundo» Ponencia presentada en el IV Congreso Internacional sobre la investigación en la Didáctica de las Ciencias y de las Matemáticas. Barcelona.
Ø Gay, A. y Ferreras, M.A. (2012). La educación tecnológica. Córdoba: Brujas.
Ø Andrade, E. (1996). Ambientes de aprendizaje para la educación en tecnología. Educacion en Tecnología, I, 1, 1-2.
Ø De Oro, P. (2013). Didáctica de la Tecnología e Informática. Corporación universitaria del Caribe.
Ø Steph Yin (16 de agosto de 2016). El descubrimiento del fuego también trajo efectos negativos para los seres humanos. Recuperado el 6 de noviembre de 2011, de: https://www.nytimes.com/es/2016/08/16/espanol/el-descubrimiento-del-fuego-tambien-trajo-efectos-negativos-para-los-seres-humanos.html
Ø UNESCO. (2008). Estandares de Competencias en TIC para docentes. Londres.
Me parece que está muy bien redactado. En el primer parrafo sabes captar el interes del lector. Quizá, por decir algo, en la parte central, que tiene muchos datos, podrías haber subrayado lo más importante para favorecer su lectura. Estoy totalmente de acuerdo, con tu conclusión final y me parece muy bien argumentada.
Me parece un ensayo muy bueno, completo y muy bien redactado y sintetizado.
El hilo conductor del descubrimiento del fuego me parece una gran idea que ayuda a la hora de dar la conclusión al ensayo con un ejemplo tan claro.
¡Enhorabuena! por un ensayo completo, con un buen análisis y una buena reflexión personal. Una pega. Si , como me ha parecido, utilizas el código APA, las referencias deben aparecer en orden alfabético.