Ir un paso más allá...

Durante prácticamente todo el máster nos han explicado cómo la manera de enseñar tiene que ir cambiando, ajustándose a los nuevos contextos de aprendizaje y a las formas de aprender de las nuevas generaciones de estudiantes.

El gran reto de la escuela del siglo XXI es superar el aprendizaje memorístico y repetitivo del modelo educativo tradicional. Las metodologías centradas en el aprendiz pueden resultar de gran ayuda en la superación de este reto, si conseguimos que poco a poco vayan sustituyendo a las clases magistrales en la que el peso del aprendizaje recae en el docente y los discentes son meros espectadores.

En este segundo cuatrimestre, en la asignatura "Diseño de actividades de aprendizaje de informática" hemos trabajado algunas de estas metodologías, haciendo un especial hincapié en el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP).

Como parte de las actividades de esta asignatura no sólo hemos tenido que diseñar un ABP si no que, además, hemos tenido que simular cómo sería el desarrollo de algunas de sus actividades en el aula. Considero que estos simulacros han sido la parte más interesante del desarrollo de estos ABP, ya que su realización ha supuesto ir un paso más allá.

REFLEXIÓN

Considero que tanto el diseño de estos ABP como la realización de algunas de sus actividades en el aula, han sido tareas muy interesantes y útiles para nuestro aprendizaje como docentes:

• En primer lugar, creo que conocer, analizar y evaluar, haciendo uso de nuestro pensamiento crítico, cómo otros compañeros y compañeras han diseñado sus ABP, nos ha permitido identificar algunas de las fortalezas de sus diseños (productos finales originales, dinámicas interesantes para formar los grupos, etc.), algunos puntos débiles (actividades un poco monótonas, temporalización poco realista, etc.) y tomar nota de todos ellos para tenerlos en cuenta en un futuro a la hora de realizar nuestros propios diseños. En definitiva, creo que hemos compartido ideas y nos hemos nutrido de todas ellas.

• En segundo lugar, pienso que, al llevar algunas actividades a la práctica, como docentes hemos podido autoevaluarnos y detectar algunos fallos en nuestro propio diseño: enfoques demasiado abiertos, con algunas actividades que no se habían concretado lo suficiente; actividades que pueden resultar un tanto aburridas o monótonas, etc. y, como alumnos/as, hemos podido ser conscientes de las dificultades que puede encontrarse el alumnado al realizar ciertas actividades.

• En tercer lugar, considero que, a través del juego de las cartas y los roles, hemos tenido que hacer frente a ciertas actitudes y comportamientos que podríamos encontrarnos en las aulas el día de mañana. Aunque siento que muchos no llegamos a "meternos en situación", estoy seguro de que a muchos nos hizo reflexionar sobre cómo podríamos enfrentarnos a ese tipo de actitudes en un contexto real.

• En cuarto lugar, creo que la actividad fomenta el trabajo en equipo y el aprendizaje cooperativo. Cómo docentes nos hemos tenido que poner de acuerdo y colaborar para plantear y diseñar un ABP, y en el rol de alumnos/as hemos tenido que trabajar en equipo para desarrollar las actividades planteadas por nuestro/as compañeros/as.

AUTOEVALUACIÓN

Diseñando el ABP y simulando la realización de algunas de sus actividades, he vuelto a ser consciente de lo complejo que puede resultar el diseño y desarrollo de esta metodología. Hacer un buen diseño resulta fundamental y para ello es imprescindible hacer un buen planteamiento y una buena construcción de todos sus elementos (ver Figura 1), ya que si uno falla puede peligrar el ABP al completo y el aprendizaje del alumnado. Desarrollar esta actividad junto con mis compañeros y compañeras sin duda ha conseguido que progrese en mi aprendizaje, que sea consciente de mis fallos y pueda corregirlos.

Figura 1. Elementos del ABP

Creo que nuestra propuesta de ABP tiene aspectos muy interesantes como, por ejemplo, detectar uno de los intereses del alumnado de 4º de la ESO, la realización del viaje de fin de curso, y haber hecho que el ABP girase en torno a él, con la intención de implicar y motivar al alumnado.

Opino que otra de las fortalezas de nuestro proyecto es haber sustituido la típica presentación del producto en el aula por la celebración de un mercadillo en el que no solamente podrán interactuar y compartir su trabajo con su profesor y el resto de la comunidad educativa (docentes, PAS, compañeros/as y sus familias) sino también con vecinos y vecinas del barrio (logrando una gran difusión de su trabajo).

Aunque opino que, en general, nuestra propuesta es interesante, después de coincidir con un alumnado tan apático en el centro en el que se contextualiza nuestro ABP, me pregunto si a ellos y ellas les parecería tan interesante como a mí y se involucrarían activamente en su desarrollo. Creo que hemos sabido ajustarnos y adaptarnos al contexto real de este centro (El IES El Portillo), que algunos miembros de nuestro grupo pudimos conocer durante los dos prácticums.

La organización y planificación del ABP y su evaluación me siguen pareciendo los elementos más complejos de diseñar y es algo en lo que creo que todavía tengo que mejorar. Me parece complicado hacerse una idea del tiempo medio que va a necesitar el alumnado para realizar las actividades y más aun teniendo en cuenta que en el aula de informática pueden surgir todo tipo de imprevistos: que se caiga la conexión a Internet, que de repente algún equipo deje de funcionar, etc. Respecto a la evaluación, el diseño de los instrumentos para evaluar la superación de algunos criterios o estándares me sigue pareciendo una tarea compleja, si se quiere hacer bien, dejándolo todo bien atado. ¿Con los criterios que hemos fijado y los instrumentos que hemos diseñado, realmente podríamos juzgar la calidad del aprendizaje del alumnado?

Una de las actividades que decidimos simular en el aula consistía en que el alumnado tenía que investigar sobre qué tipo de artículos de 'merchandising' podrían diseñar y fabricar mediante impresión 3D. Resulta que uno de los grupos planteo diseñar y elaborar un producto un tanto inapropiado y no sé si yo, personalmente, supe gestionarlo adecuadamente, ya que en algunos momentos simplemente lo dejé estar e incluso se me llegó a escapar alguna risa. ¿Cómo deberíamos actuar si nos sucede algo parecido en un entorno real? Es algo a lo que le estuve dando muchas vueltas, ya que en el prácticum ya tuve que vivir alguna situación similar. Entonces, opté por quitarle hierro al asunto porque vi que era la tónica general en el centro, pero entiendo que superados ciertos límites habría que tomar otro tipo de medidas. Por otro lado, otro aspecto a mejorar es que al presentar alguna de las actividades a "nuestro alumnado", aunque habíamos preparado y definido bien las actividades, se nos pasó comentar algunos aspectos que tuvimos que ir puntualizando sobre la marcha. Es importante asegurarnos de solucionar las dudas que le hayan podido surgir al alumnado sobre el desarrollo de una actividad antes de iniciarla.

Terminado este máster todavía tenemos que ir mucho más allá, aplicando todo lo que hemos aprendido y vayamos aprendiendo en las aulas de los centros educativos.