Planteo mi reflexión con un enfoque global hacia la actividad en su conjunto y desde ambos puntos de vista: alumno y profesor.
Como alumno
Lo que más me ha gustado…
Las sesiones son distendidas, poco exigentes y con cierto sabor a descubrimiento ya que, en el fondo, con cada proyecto se descubre una herramienta útil o una actividad ingeniosa. Además, el trabajo en equipo hace posible conocer un poco más a los compañeros.
Lo que menos…
No entender la finalidad de algunas actividades. A veces nos centramos demasiado en el qué y olvidamos el para qué. Ambos son catalizadores de la motivación y sus pesos relativos no son tan dispares.
He aprendido…
Toda propuesta de actividad, por simple que sea, debe ir acompañada de un sencillo ejemplo que refleje claramente la consecución del objetivo, producto o resultado.
Me ha servido para…
Comprender la importancia de regular la densidad informativa en la presentación de las actividades. Si el profesor divaga, el alumno desconecta. Usar frases cortas e instrucciones simples para las explicaciones iniciales.
Como profesor
Lo que más me ha gustado…
La oportunidad de llevar a la práctica una actividad concebida por ti para ser testada en un entorno controlado. Me ha permitido detectar errores en el diseño y fallos de ejecución.
Lo que menos…
La limitación temporal. Dentro de todos los ABP expuestos había productos muy interesantes, pero por cuestiones obvias, había que emular una sesión sencilla, sin grandes aspiraciones.
He aprendido…
La evaluación de actitudes (comportamiento, trabajo en equipo, cooperación…etc.) es algo profundamente subjetivo y difícilmente cuantificable de forma justa cuando el trabajo se realiza en grupo. Habrá que darle un vuelta al tema.
Me ha servido para…
Comprender que da igual cómo de completa pueda ser la explicación de una actividad. Mucha información seguida hace que se mezcle o se pierda parte. Es más efectivo dar las instrucciones justas para arrancar con la actividad y después ir grupo a grupo preguntando y guiando individualmente.
Implicaciones en la labor docente
El ABP, al igual que otras tantas metodologías, pueden ser un recurso excelente para según qué contenidos y situaciones. Sin embargo, representar una situación auténtica y generar un producto real pueden no ser elementos suficientes para generar la motivación intrínseca del alumnado. Por ello, es de notoria importancia la labor de seguimiento que debe realizar el docente para guiar al alumnado hacia la consecución de los objetivos.
Haces una buen análisis de la actividad.
Valoro que hayas destacado qué te ha aportado y me alegro de que te vayas con algo de equipaje docente en tu mochila como producto de estas sesiones.
Nos volveremos a encontrar innovando en las aulas.
¡Feliz viaje!
Buena reflexión Luis.
Me gusta mucho como haces la distinción entre rol de alumno y profesor.
Coincido contigo que la motivación del alumnado va mucho más allá que la realización de un buen ABP.
Debemos tomar esta herramienta como eso, una herramienta más y no olvidarnos de muchos otros aspectos del proceso educativo.