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JL.Ibáñez

“La mente es como un paracaídas, solo funciona si se abre”. Albert Einstein.

Históricamente el papel del profesor ha sido el de poseedor de la verdad, como fuente de información y conocimiento inmutable, haciendo uso de enfoques que no permitían hacer partícipes a los alumnos en el proceso de aprendizaje, estando sometidos a las directrices clásicas basadas en la memorización, repetición y aplicación idéntica de lo expuesto en las clases. Los estudiantes, debido a la sociedad actual en la que nos encontramos, han de estar preparados para los cambios, la innovación y el descubrimiento, y no atados a las verdades del pasado. Para ello, es necesario que sean capaces de analizar la información que reciben, reflexionar sobre esta de manera crítica y a raíz de esto obtener sus propias conclusiones. Se requiere entonces un cambio que rompa con la enseñanza tradicional, y es el que busca introducir el aprendizaje basado en el aprendiz.


El término fue acuñado por Robert B.Barr y John Tags (1995), y a partir de entonces han aparecido multitud de trabajos tratando de explicar en qué consiste el aprendizaje basado en el aprendiz. Se trata de un método de enseñanza, no de una metodología concreta, donde el profesor tiene que ofrecer a sus alumnos la posibilidad de que sean capaces de aprender de manera autónoma y del resto de sus compañeros. Además de tener como objetivo que el estudiante adquiera los conocimientos, se busca que este desarrolle los procedimientos y destrezas que se requieren para que los pueda obtener, como la capacidad de aprender a aprender, de razonamiento autónomo, de deducción y de elaborar síntesis. Para llegar a conseguir estas metas, se hace necesaria la implicación y participación activa del alumno en el proceso de aprendizaje, por lo que es necesario establecer una relación de comunicación multidisciplinar entre profesor y alumno y entre los propios alumnos, no teniendo porque ser el docente el medio único para transmitir información y conocimiento y los alumnos los receptores pasivos. Por tanto, se deben planear las estrategias y actividades de aprendizaje que permitan el desarrollo de este método, y que traten de crear el entorno adecuado para llevarlo a cabo, a través de una serie de metodologías activas.

A continuación, se va a describir la estructura de actividades de aprendizaje correspondientes a un tema del currículo aragonés del área de Tecnología. La asignatura es Tecnología Industrial I y el tema es el de potencia y energía eléctrica. Los objetivos de aprendizaje de la unidad son los siguientes:

  • Conocer las principales magnitudes que intervienen en los circuitos eléctricos

  • Definir los términos de potencia y energía eléctrica

  • Calcular la potencia y energía eléctrica asociada a un circuito o instalación eléctrica

  • Comprender los conceptos y términos de facturación de la energía

  • Proponer y diseñar medidas para la reducción del consumo eléctrico de una instalación

Las gran parte de las actividades que se describen están basadas en metodologías activas diferentes.


Actividad 1: ¿Qué recuerdas?

En una primera toma de contacto, resultará útil que los alumnos hagan memoria sobre la terminología y conceptos relacionados con los circuitos eléctricos y que han sido tratados en cursos anteriores. Para ello nos basaremos en el aprendizaje basado en juegos. Mediante la resolución de un crucigrama interactivo, los alumnos podrán refrescar y evaluar sus conocimientos sobre electrotecnia, y esto les servirá a ellos tanto al profesor para conocer cuál es el punto de partida de cada uno.


Actividad 2: ¿Qué es la potencia eléctrica? ¿Y la energía eléctrica?

Mediante el uso de la clase magistral, el profesor expondrá a los alumnos los conceptos de potencia y energía eléctrica, de modo que les transmitirá una serie de esquemas mentales y definiciones que les ayuden a la hora de comprender los significados de estas magnitudes, cuáles son sus implicaciones en los circuitos e instalaciones eléctricas y a cómo calcularlas.


Actividad 3: Estimación del gasto de una vivienda

En base a lo expuesto por el profesor, los alumnos deberán realizar un cálculo del gasto eléctrico de una vivienda, en función de los hábitos y horas de consumo de la misma. Las características de los electrodomésticos, bombillas, puntos de luz y demás receptores eléctricos que componen la instalación serán proporcionados a los estudiantes por el profesor en una hoja resumen. La propuesta se llevará a cabo en grupos, y a cada uno se les dará información de una vivienda diferente, para posteriormente poner en común el resultado y considerar si se tratan de consumos elevados o por el contrario son instalaciones con poco gasto. Esta actividad se enmarca dentro del aprendizaje basado en tareas, y mediante la elaboración de una hoja de gasto, se busca que los estudiantes adquieran la competencia de estimar el consumo energético de una vivienda, como puede ser en la que ellos viven, y esto les haga reflexionar y pensar sobre el consumo que se hace en su propia casa.


Actividad 4: Conoce tu factura. ¿Por qué nos cobran por la energía reactiva?

Si bien mediante la clase magistral se exponen aquellos aspectos de carácter más teórico y que requieren de una explicación e introducción por parte del profesor, esta no proporciona autonomía al alumno. Para que este adquiera y desarrolle la capacidad de aprender a aprender, así como su razonamiento autónomo, se dividirá a los alumnos por grupos, y tendrán que investigar sobre el concepto de energía reactiva y de manera fundamentada proponer una respuesta a la pregunta guía formulada por el profesor: ¿Por qué nos cobran por la energía reactiva en nuestra factura?. Las conclusiones y deducciones que obtengan tras este proceso serán expuestas al resto del aula. Normalmente, el concepto de energía reactiva se limita a una definición, que no logra que los alumnos entiendan la implicación que esta conlleva. Mediante el aprendizaje basado en indagación, se busca una mejor comprensión y un aprendizaje más profundo, mediante la confrontación de ideas con sus compañeros de grupo y el resto de la clase en un contexto más cercano para ellos.


Actividad 5: Hagamos un repaso

De forma similar a lo llevado a cabo en la actividad 1, se realizará un cuestionario Kahoot de manera individual para que los alumnos refresquen y recuerden lo visto hasta el momento y logren ordenar mentalmente y sintetizar de manera correcta los contenidos.


Actividad 6: Despacho de ingeniería

Se organizará a los estudiantes por grupos de trabajo y se les encomendará el papel de ingenieros pertenecientes a un despacho que desarrolla su actividad en el ámbito de las instalaciones eléctricas de viviendas, edificios, etc. Se les planteará el siguiente problema: Un cliente acude preocupado por el gasto que genera la instalación eléctrica de su negocio (una pequeña nave industrial) y quiere que se le proporcionen soluciones para reducir el coste de la factura mensual. Se proporcionará a los grupos documentación para que puedan llevar a cabo una fase de investigación y en base a esta puedan reflexionar en grupo acerca de cuáles podrían ser las posibles estrategias para resolver la demanda del cliente. En función de lo debatido y acordado por el grupo, se presentarán al resto de la clase las soluciones finales que plantearían al cliente. Con esta actividad, fundamentada en el aprendizaje basado en problemas, se busca que los alumnos vean la conexión de los contenidos tratados en clase con problemas que pueden surgir en la vida cotidiana, en este caso en su posible futuro laboral, así como que hagan una síntesis de todo lo trabajado a lo largo de la unidad. Además, que sean conscientes de la existencia de distintas soluciones para un mismo problema, y la necesidad de analizar y consensuar con los compañeros las estrategias a adoptar y por tanto desarrollar actitudes de respeto y tolerancia.


Las actividades que han sido descritas tienen como principal objetivo que el alumno alcance los objetivos de aprendizaje de la unidad desde un enfoque activo. Por tanto, se debe quitar peso al papel del profesor como foco del proceso de aprendizaje y proporcionar al alumno ese papel protagonista. De este modo, el profesor ha de ser el guía y el que proporcione a los alumnos las herramientas necesarias para desarrollar la capacidad de construir nuevo conocimiento, mediante la planificación y diseño de las actividades de aprendizaje adecuadas. Como futuros docentes, el reto al que nos enfrentamos es el de entender y ser conscientes de que los protagonistas han de ser los alumnos, y que debemos ingeniárnoslas para despertar en ellos la implicación y voluntad que se requiere para conseguir que se conviertan en agentes activos y creadores de su propio conocimiento.


BIBLIOGRAFÍA

From teaching to learning-A new paradigm for undergraduate education. Robert B.Barr y John Tags (1995)

Enseñanza centrada en el aprendiz. Chema Falcó 2021



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