El rol del docente ha cambiado drásticamente en las últimas décadas. Durante largo tiempo se le consideró una figura de autoridad, en posesión del conocimiento verdadero (muy cercano al rol del orador; Falcó, s.f.); en una época marcada por un acceso limitado al conocimiento y el anquilosamiento del pensamiento crítico. En la actualidad, sin embargo, las TIC e Internet proveen de conocimientos casi ilimitados a aquel que los busque, y el pensamiento crítico cobra una gran importancia en todas las programaciones. Cabe preguntarse, por tanto, ¿cuál es el rol del docente en la actualidad? y, ¿cómo se puede lograr inculcar autonomía y pensamiento crítico en los estudiantes?.
Se han atribuido muchos roles en los últimos años al docente: mediador, orientador, guía, investigador…, teniendo cada uno de ellos sus propias características. El rol de catalizador (Falcó, 2021), es uno de los más acertados. Este docente es capaz de provocar una reacción en la mente de sus alumnos, acelerando su adquisición de conocimientos, generando interés; al igual que un catalizador químico. Sin embargo, bien es conocida la propiedad de los catalizadores de mantenerse intactos tras la reacción que provocan. Esta es la cualidad menos acertada de este rol: el docente nunca podrá mantenerse igual que cuando comenzó el proceso de aprendizaje de sus alumnos. Él también aprende, evoluciona y se ve afectado por este proceso. Algo más acertado es el rol de diseñador de ambientes adaptativos (Falcó, 2021). Este docente será capaz de crear ambientes dinámicos favorables para el aprendizaje, planificando el proceso y adaptando esa planificación al grupo en cuestión. De una forma creativa e imaginativa, el docente pondrá a disposición del estudiante todas las herramientas necesarias para alcanzar un aprendizaje significativo.
Sin embargo, es para mí el docente de mentes el más adecuado de los posibles roles. Un docente que intenta conocer a sus aprendices y que se pone en su lugar. Un docente que diseña el método para las mentes de sus estudiantes, y no para la suya. Un docente capaz de despertar interés, motivación y pensamiento crítico en la mente de sus alumnos. En otras palabras, capaz de hacer que sus alumnos aprendan a aprender y que mantengan sus mentes alerta y despiertas. El docente de mentes ha de ser capaz de provocar estímulos en la mente de sus alumnos, de “despertarlos” y de conseguir que piensen de forma crítica. Esto se consigue mediante estímulos creativos, acercando los contenidos curriculares a la vida e intereses de las mentes que escuchan.
Enseñemos a nuestros alumnos de una forma creativa y despierta, de forma que cuando ellos se conviertan en los docentes del mañana, vean el proceso de aprendizaje que vivieron como ejemplo e inspiración y no como un modelo anticuado y desmejorado que dejar atrás.
Bibliografía
Falcó, C. 2021. Rol docente en el SXXI. Máster en Profesorado. Universidad de Zaragoza.
Falcó, C. s.f. Rol del profesor. Accesible en: https://www.livebinders.com/b/1176927
Un ensayo muy interesante! Está claro que la evolución de la sociedad y el desarrollo de las TIC hace necesario que cambie el rol docente, y opino que esto siempre va a pasar (con mayor o menor impacto) a lo largo de todos los años de trabajo del docente. Me ha parecido original el rol del docente de mentes y realmente es algo necesario, siendo algo que no es sencillo llevar a cabo pero que supone un desafío motivador.
¡Enhorabuena! Un ensayo con una buena argumentación del rol que propones que cierra con un reto ilusionante.
Me ha parecido muy interesante tu ensayo; desde la introducción en la que comentas el impacto que tanto Internet como las TIC han tenido en el contexto educativo, hasta tu propuesta de rol docente que engloba varios aspectos clave de la labor docente como, por ejemplo, despertar el interés del alumnado y motivarlo.