Cuando llegué a 1º de carrera de Diseño Industrial, hace poco más 4 años, me encontré con un planteamiento bastante diferente a lo que había hecho durante mi vida académica. Entre las 5 asignaturas que conformaban cada cuatrimestre de la carrera, se realizaba un proyecto de diseño, diseñar algo, de arriba a abajo, que abarcase cada una de las 5 asignaturas, apoyado por el temario de cada una de estas y que a la vez influenciaba que temas se extendían más o menos o el orden a la hora de realizar las prácticas.
Y, a día de hoy, lo único que considero que aprendí de muchas de esas asignaturas es lo que aplicamos en estos proyectos transversales.
Esta fue la primera vez que vi aplicado el Aprendizaje Basado en Proyectos en un aula y, en retrospectiva, la ayuda que supone para aprender conceptos.
Antes de entrar en materia, ¿por qué la información que usé en los proyectos es lo que mejor recuerdo de la carrera?
La respuesta nos la encontramos en la memoria y su funcionamiento.
El conocimiento, aquello que se explica de manera directa, se almacena en la memoria a corto plazo. Esta tiene un espacio y tiempo limitados, por lo que no podemos acumular en ella toda la información que se nos imparte en una hora de clase. Para ayudar con esto, debemos ayudar enlazando esquemas, la codificación entre largo y corto plazo, entre información nueva e información conocida, y para ello hace falta un estímulo.
Sabiendo esto, la respuesta a la pregunta es bastante sencilla: Aprendizaje activo y contextualizado.
Cuando estaba diseñando un coche, en la asignatura de Eléctrica, se explicaron motores eléctricos entre otras muchas cosas, pero la que suponía un estimulo para mí, la que resolvía una incógnita mientras diseñaba mi coche, eran los motores eléctricos, no los temas de corriente continua o trifásica, de los cuales recuerdo escasamente el nombre.
Este es el valor del Aprendizaje Basado en Proyectos.
Este aprendizaje es una metodología activa que implementa un proyecto que los alumnos han de desarrollar a través de la investigación y la creación, trabajando de manera autónoma, implicándose y cooperando con el resto del grupo y de los grupos del aula, que finaliza con un producto que se puede presentar en el aula al resto de compañeros. (Trujillo Sáez, 2012)
Sigue una serie de principios:
Integración del currículo, al abarcar distintas disciplinas y aprender sobre temas de una manera formal y no formal.
Protagonismo compartido, es decir, que el protagonismo se centra en el alumnado y el profesorado deja de ser un experto.
Formación inclusiva, en la que se da respuesta a todo el alumnado, independiente de su ritmo de aprendizaje y capacidades.
Motivación a través del tema del proyecto, que no solo ha de ser atractivo sino también conectar los intereses del alumnado con el aprendizaje esperado.
Evaluación continua, a través de la autoevaluación, para mejorar la calidad del producto en el que trabaja.
Socialización, producida en el alumnado entre sí, pero también con otros agentes educativos (familia, profesorado, personal...)
Para una mejor comprensión de esta metodología, un ejemplo:
La tarea corresponde a la asignatura de Tecnología, 4º de ESO, y abarcará el 2º trimestre al completo, ya que utilizará conocimientos de electrónica (Bloque 3), robótica y programación (Bloque 4) para la realización de un automatismo sencillo que se desplace a través de cualquier superficie.
Un planteamiento tan "escaso", en el que se deja un tema muy amplio para su invención, se fundamenta sobre el pilar que es el principio de solución libre. Se deja total libertad al alumnado para que diseñe y desarrolle lo que quieran, siempre y cuando no escape al tiempo y al conocimiento del que disponen, para lo cual el docente ayudará, como guía para evitar proyectos interminables o de muy alto nivel.
El proyecto se dividirá en tres fases: fase de investigación, fase de desarrollo y fase de exposición.
Se comenzará con la fase de investigación, en la que los alumnos buscarán información, ya sean ejemplos de automatismos sencillos con dos movimientos o ejemplos de otros aparatos tecnológicos que puedan servir de inspiración, y con toda esa información se extraerán conclusiones de esta fase, sobre las que se apoyará el resto del proyecto.
La fase de desarrollo partirá de las conclusiones mencionadas anteriormente y de estas, comenzará con el diseño y creación de su automatismo. Se realizará en el aula taller, durante 2 de las 3 horas semanales de clase, y la hora restante se usará para desarrollar y afianzar conceptos que van a necesitar durante el desarrollo de su proyecto.
Esta fase supondrá la mayoría de retos a los que se enfrentará el alumnado, por lo que el docente habrá de realizar un trabajo de apoyo más extenso que en el resto de fases, para asegurar la motivación y la seguridad del alumnado.
Y por último, la fase de exposición, en la que se mostrará el proyecto realizado al resto del alumnado.
Estos deberán evaluar tanto su propio proyecto como el resto de proyectos presentados en el aula de manera que aprendan cuales han sido sus puntos fuertes y puntos débiles.
Y con esto finalizaría la actividad planteada, salvo que el alumnado desee exponer al resto del centro sus proyectos, algo que se les propondría para que ellos mismos decidan.
Esta exposición se realizará en la jornada de puertas abiertas, para alumnos, padres y profesores.
Para concluir el ensayo, mi pequeña reseña sobre este tema.
Lo cierto es que después de realizar tantos proyectos basados en el ABP, no esperaba las incógnitas que podían surgir al diseñar una actividad de este tipo, como si el tema es demasiado complejo o es demasiado aburrido. Supongo que dependerá de la clase, habrá clases que podrán realizar un proyecto más abstracto, basado en solucionar un problema existente, y otras clases que se sentirán más cómodas con proyectos más directos, como el aquí presentado.
Tras todo esto, una pregunta que aún queda abierta es: ¿En una asignatura como tecnología, es suficiente motivación realizar un proyecto fuera de lo común o de verdad necesitamos un proyecto que implique los intereses de todo el alumnado?
Bibliografía
Castro, José F. (2014). Aprendizaje basado en Proyectos (link)
Trujillo Sáez, Fernando (2012). Propuestas para una escuela del Siglo XXI (link)
Falcó, Chema (2021). Memoria y Aprendizaje (link)
Dreamshaper (2021). El Aprendizaje Basado en Proyectos es una de las prácticas de enseñanza más eficientes del siglo XXI (link)
Ayala, Alexandra (2020). Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) 7 ventajas (link)
Un buen ensayo con un buen relato.
Quizás la necesidad de ese buen relato y la cercanía no dejan espacio a otros aspectos que, desde un paradigma de enseñanza centrada en el aprendiz, debe abarcar el rol docente.
Cuando citas más de una obra del mismo autor y del mismo año se diferencian poniendo 2021a y 2021b.
Aunque ya no lo necesitas, ganas un punto para conseguir el superpoder de "Profe con creatividad"
Es interesante ver como tu propia experiencia te ha hecho reflexionar sobre la utilidad y el valor de la enseñanza centrada en el aprendiz, concretamente del aprendizaje basado en proyectos.
Creo que el proyecto que propones puede resultarle muy atractivo a los alumnos de 4 de ESO. Me parece interesante que hayas incluido una coevaluación y considerado la posibilidad de compartir ese proyecto con el resto del centro.
Me parece que has hecho un trabajo muy bueno. Comenzando con tu propia experiencia haces que resulte interesante comenzar a leer el ensayo y al relacionar está experiencia con la teoría se puede entender mucho mejor dicha teoría.
La actividad que propones creo que es interesante y que podría gustar mucho en un aula de 4 de ESO, además de resultar útil en el proceso de aprendizaje. Por poner alguna pega, creo que se podrían haber desarrollado los objetivos y los contenidos curriculares que se abordarán.
Enhorabuena por tu trabajo!
Me ha gustado mucho que te basaras en tu experiencia, qué mejor que tener nuestra opinión acerca de un tema para no cometer errores.
La asociación con la memoria, perfecta. Y las fases en las que divides el proyecto también me parecen acertadas.
¡Muy buen trabajo, Eduardo! Muy interesante tu reflexión sobre la memoria y el aprendizaje activo basándote en tu propia experiencia.
La actividad me ha resultado también muy interesante, el principio de solución libre me parece muy acertado ya que permite al alumno desarrollar su creatividad y lo motiva. Las fases que planteas cumplen muy bien con el Aprendizaje Basado en Proyectos. Creo que sería una buena opción añadir los objetivos curriculares que se buscan con esta actividad para tenerlo todo más claro. Por lo demás está genial, ¡enhorabuena!