La educación desde el enfoque de la explicación teórica, a diferencia de un enfoque práctico, comenzó en la era griega, con Platón como su mayor defensor. Según el filosofo griego, existían disciplinas dirigidas a quienes debían liderar las comunidades hacia un futuro prospero, aquellas más intelectuales y teóricas, alejadas de lo experimental y, por tanto, que no se fuera opinable por el resto de la comunidad.
Aunque esta creencia aún se mantiene en algunas áreas, a través de las era se ha ido formando la idea de que el estudio meramente teórico no es suficiente. También se ha de tener en cuenta la técnica.
Aquí es donde entra la Tecnología, basada en la búsqueda de necesidades planteadas por la sociedad para buscar solución a través de la técnica, con apoyo de la ciencia.
Frente a una labor tan importante como la que ha de cubrir esta asignatura, ¿Cuál es el enfoque adecuado para esta asignatura?
Para contestar a esta cuestión se han encontrado dos enfoques, entre muchos otros, para el planteamiento de la asignatura: el enfoque CTS y el modelo STEAM.
El enfoque CTS (Ciencia tecnología y Sociedad) tiene como objetivo la alfabetización científico-tecnológica de los ciudadanos, así como la importancia entre la sociedad y el contexto tecnológico . Tiene un fuerte enfoque en la responsabilidad de la sociedad civil en las cuestiones tecnológicas, y una búsqueda del pensamiento crítico. (Cutcliffe, S. 1990)
En este enfoque, el docente debe adquirir un nuevo papel, fuera del tradicional papel de portador y transmisor de la información, para colocarse como guía del alumnado, organizando y potenciando su creatividad y participación. De esta manera, se consigue que el estudiante comprenda no solo los conceptos científicos, también su uso y utilidad en la problemática social. (Canel Fernández, P. 2013)
En el lado negativo de este enfoque, existe el problema de la automotivación del alumnado, debido a que han de ser ellos los que se acerquen a la investigación de los fenómenos científicos y su efecto en el contexto social.
Por otro lado, tenemos el enfoque STEAM (Science Technology Engineering Arts and Maths). Este busca promover una cultura de pensamiento científico y la adquisición de conocimiento tecnológicos y científicos adaptados al currículo. Este enfoque permite y favorece relaciones interdisciplinares con otras áreas, así como la innovación y el pensamiento critico y creativo. (Genwords, 2020)
En este enfoque, mediante las nuevas tecnologías, se plantean proyectos a partir del interés del alumnado, generando experiencias de aprendizaje práctico y un proceso de trabajo basado en el método científico pero sin obviar la creatividad durante su realización.
Este enfoque destaca negativamente sobre todo en las necesidades económicas, ya que para tratar con las nuevas tecnologías se deben financiar la adquisición de estas.
Estos dos enfoques presentan ideas diferentes sobre como tratar la tecnología, a través de proyectos motivados por sus intereses o a través de la conciencia social y su curiosidad científica. En algo en lo que sí coinciden es en la interdisciplinaridad de la asignatura de Tecnología. Y es que nos enfrentamos a un futuro en el que la tecnología se va a encontrar en todos los hogares. Con esto ¿seremos capaces como docentes de impartir una asignatura que se utiliza a diario con un enfoque que no implique al resto de asignaturas y departamentos?
Bibliografía
Has definido muy bien los dos enfoques que has escogido, indicando puntos positivos y negativos, y las cosas que tienen en común. La pregunta final abre un debate interesante sobre la transversalidad de la tecnología en la educación actual.
Echo en falta tu punto de vista personal preciso y bien definido. ¿Tu pregunta final no se contradice con los dos enfoques presentados? Es conveniente releer para repasar las tildes, repeticiones y errores tipográficos. Las referencias bibliográficas no siguen ningún código internacional estándar. No es obligatorio (todavía), pero sí conveniente.