Desde el punto de vista del diseño instruccional, resulta de vital importancia conocer las características, inquietudes y necesidades de nuestro alumnado. De esta manera, debemos buscar respuesta a la pregunta: ¿a quién voy a enseñar?, ¿cómo son los chicos y chicas que voy a tener en mi aula? Debido al contexto sociocultural donde los alumnos se desarrollan, van a contar con una serie de características que en términos globales van a ser comunes, y serán diferentes a las de generaciones pasadas, como la de nuestros padres. Aquellos niños que nacieron a finales de los 90 y ya entrado el siglo XXI son los que ahora encontramos en nuestras aulas, la conocida como Generación Z.
Se dice que los niños de ahora nacen con un móvil o tablet debajo del brazo, que enseguida aprenden o que solo atienden a las pantallas. Sin embargo, ¿qué hay más allá de esa fachada?:
Se trata de una generación participativa y cooperativa.
Tienen conciencia social y medioambiental. Problemas que para generaciones anteriores no existían o no eran identificados como tal, son ahora conocidos e interiorizados. La preocupación por el desarrollo sostenible y la crisis climática, o el rechazo general al acoso escolar, son algunos ejemplos.
A pesar de lo que se pueda creer, no son multitarea. Aunque se mueven en entornos multipantallas y estimulantes, esto no quiere decir que sean capaces de aplicar el mismo grado de atención a varias cosas a la vez.
Son chicos y chicas con ``prisa´´. Disponen de tanta oferta de todo tipo de contenidos que no suelen tener mucha paciencia, si algo no les estimula desde un principio rápidamente lo desechan y pasan a otro.
Les gusta la cercanía, la humanidad y naturalidad. Prueba de ello es que prefieren Youtube o Twitch a la televisión o periódicos, ya que encuentran más lejanos a este tipo de medios.
Tienen dificultades a la hora de memorizar y almacenar datos puramente enciclopédicos.
Actualmente, y desde hace unos años, se vienen cuestionando los métodos de educación tradicionales. Lo cierto es que no se puede dar clase como se hacía hace 20 años, ya que los alumnos han cambiado. En este punto entran en juego las características del alumno, se deben analizar para ver que implicaciones tienen estas en la labor docente.
La mayoría de nosotros, sobre todo las personas más mayores, habremos estado en clases donde el profesor o profesora hablaba y hablaba durante todo el rato, sin permitir una interacción real entre los propios alumnos ni entre estos y el profesor. La generación actual tiene ganas de participar, es cooperativa, por tanto se ha de alimentar esta cualidad, dejando un poco de lado las clases puramente magistrales, si bien también creo que son necesarias, debe de haber espacio para otras actividades, como debates, trabajos en grupo, coloquios, etc. Quizá hay quien piense que para transmitir los contenidos no tienen cabida este tipo de estrategias, sin embargo, creo que ayudan a reforzar los conocimientos adquiridos, debido al intercambio de opiniones, argumentos y visiones entre los propios alumnos.
A pesar de estar acostumbrados a manejar varios dispositivos, no son multitarea, por lo que es preferible focalizar su atención en un aspecto en concreto, ya que de caso contrario su nivel de atención disminuirá drásticamente. Por tanto, no se les debe bombardear con actividades simultáneas aunque sea mediante medios tecnológicos, pues no están capacitados para ello. Se podría decir que no solo la Generación Z, sino que todos en general hemos perdido un poco de paciencia, cada vez queremos videos y noticias más cortas, nos da pereza escuchar un audio de Whatsapp de un minuto o ni siquiera aguantamos el medio minuto que duran los créditos iniciales de una serie en Netflix . Al aprovechar los recursos educativos que tenemos en la red, nos debemos asegurar que se trata de algo estimulante para ellos, y desterrar la idea de que solo por el hecho de ser un video de Youtube ya les va a resultar más interesante y ameno. Está bien utilizar este tipo de recursos, apoyarnos en la tecnología para afianzar prácticas y conceptos. Sin embargo, no nos podemos olvidar que les gusta la cercanía, la naturalidad. Por ello, resulta vital no perder esta perspectiva, y proporcionarles un trato más humano y personal, que quizá con un uso excesivo de la tecnología como medio transmisor del conocimiento o como medio de comunicación se perdería.
Son chicos y chicas conscientes de los problemas actuales del mundo, han desarrollado una conciencia social y medioambiental, aunque luego en su mayoría no lleven a su vida cotidiana las prácticas que se supone que deberían estar ligadas a esta concienciación. Debido a esto, no se pueden desarrollar las clases de espaldas a esta realidad, y se deben tratar y abordar los temas que les preocupan de manera transversal.
Personalmente, en mi época de estudiante de la ESO, me gustaba el memorizar fechas de acontecimientos históricos, se me daba bien, pero era de los pocos a los que les gustaba esta práctica. Actualmente, aun es más difícil que los alumnos vayan a sentir entusiasmo por memorizar datos enciclopédicos, ya que les resulta complicado. Creo que hay asignaturas donde es importante conocer una serie de fechas, de datos, que sean capaces de situar en el tiempo una serie de sucesos. Por tanto, se debe afrontar este aprendizaje con un enfoque distinto al convencional, como podría ser mediante juegos interactivos, como sopas de letras, crucigramas, etc.
En definitiva, se trata de conocer el contexto en el que nos encontramos, ser conscientes de las inquietudes y preferencias de los alumnos, para no desarrollar nuestra labor docente de espaldas a estos y poder proporcionar un entorno adecuado donde se sientan implicados e interesados. Por otro lado, es útil apoyarnos en los recursos tecnológicos actuales, pues al fin y al cabo forman parte de nuestra realidad y de la suya, pero sin abusar de ellos ya que nos pueden alejar de los alumnos y de los propios contenidos de las asignaturas. En ocasiones, se puede pensar que para adaptarse a la nueva generación basta con el mero hecho de introducir ordenadores en el aula, pero la realidad va más allá.
En general, esta generación actual por edad y contexto social a mis compañeros y a mí nos resulta más cercana. Sin embargo, conforme pasen los años, aparecerán otras generaciones en las aulas, con nuevas inquietudes, hábitos y características. ¿Seré o seremos capaces entonces de evolucionar a la vez como docentes?, ¿sabremos reinventarnos? El esfuerzo a realizar será mayor, pero no por ello hay que dejar de hacerlo.
BIBLIOGRAFÍA y WEBGRAFÍA
Los 10 superpoderes de la Generación Z. El caparazón
Entender a los jóvenes de la Generación Z. Ceibal 2017
Getting to know Gen Z. Barnes & Noble College
¡Enhorabuena! por un ensayo completo y bien argumentado.
Una pega: En la bibliografía solo hay que referenciar las fuentes citadas en el texto.
En mi opinión en este ensayo has hecho una reflexión muy buena, que el simple hecho de introducir los ordenadores en el aula no va a hacer que los alumnos se interesen por nuestra asignatura.
Además, también me han gustado las características que has comentado, creo que has explicado las necesarias y de una manera muy entendible. Enhorabuena.
Creo que has hecho una buena selección de características y creo que las has presentado de forma clara y concreta.
Me ha gustado como después, has analizado como estas características pueden afectar al aprendizaje de esta generación y a la labor de sus docentes. Me parece que las propuestas que planteas para adaptar las clases a esas características son muy interesantes.
¡Enhorabuena por la reflexión José Luis!
Estoy de acuerdo con todo lo que planteas, sobre todo con que adaptarse a las nuevas generaciones no es solo instalar ordenadores en el aula, sino su correcta relación y utilización.
Además, me ha parecido muy interesante que acerques tu opinión a situaciones que todos podemos comprender como son la pereza de escuchar un audio de WhatsApp o ver una intro de Netflix.
Uno de los problemas actuales en los centros es que los docentes son de una generación mucho menos tecnológica que sus alumnos y, por ello, les resulta difícil adaptarse. Esto tiene un periodo de adaptación y tenemos el reto como futuros docentes, de saber adaptarnos a las generaciones que eduquemos dentro…