El docente ilusionista

“La escuela y la familia son las dos instituciones que a lo largo de los siglos se han encargado de criar, socializar y preparar a las nuevas generaciones para insertarse positivamente en el mundo social y cultural de los adultos.” Martiñá. R.

El transcurso de la etapa educativa de una persona ocurre en distintos ambientes, con distintos docentes y compañeros/as, pero siempre hay algo que marca, deja huella. La manera que el docente te ha transmitido los conocimientos sea buena o mala, seguro que todo el mundo recuerda a algún profesor/a que le haya marcado de cara a su futuro.

Actualmente en la escuela sigue pasando esto, y principalmente es debido a la metodología empleada por cada docente para comunicar y transmitir los conocimientos al alumnado. Y desde mi punto de vista, el docente debe adoptar diferentes roles dependiendo de las necesidades del alumnado en cada momento, ya que se van presentando diversas situaciones en el aula. Siendo primordial que el educador sea eficiente para proporcionar confianza, seguridad, motivación, disminuyendo la inquietud, ofreciendo recompensas y elogios.

El ilusionista es una persona que realiza diversas actividades ante un grupo, debe ser también un buen comunicador para transmitir entusiasmo e ilusión a sus espectadores. Además, debe tener sentido escénico para dotar a sus tareas de gran espectacularidad y causar la mayor sorpresa posible entre los espectadores. El ilusionista tiene que tener también dotes de psicólogo para descubrir la mejor manera de lograr la atención del público mediante sus gestos y palabras, adaptándose a sus intereses y necesidades, identificando al líder del grupo o provocando que recuerden algunas informaciones relevantes. El docente en el aula adopta este rol para tratar de “ganarse” al alumnado.

Para conseguirlo, el docente ilusionista debe crear en el aula una atmósfera que invite a todos a investigar, a aprender, a construir su aprendizaje, y no sólo a seguir lo que él hace o dice. El rol del docente no es sólo proporcionar información y controlar la disciplina, sino ser un mediador entre el alumno y el ambiente, dejando de ser el protagonista del aprendizaje para pasar a ser el guía o acompañante del alumno/a.

Según Adriana Araque Bermúdez, el docente ilusionista tiene que sorprender, y debería tener 5 I, ya que la capacidad de sorpresa de un estudiante es más importante que el conocimiento, ya que el alumnado se sorprende más con la aplicación del conocimiento en su vida cotidiana. Por lo tanto, el docente:

• Lo primero de todo IMPACTA, los sorprende y para eso tiene que conocer a sus estudiantes y mirar que es lo que quieren.

• INVENTA, y para eso hay que salirse del contenido, ya que no es el contenido sino cómo lo aprende el estudiante, y para poder inventar algo y generar capacidad de asombro en el estudiante hay que sorprenderlo con inventos diferentes.

• INNOVA, y para innovar hay que conocer al alumnado y qué necesita, cómo están accediendo a la información y qué información necesitan.

• INSPIRA, deja huella, ¿Qué profesor recuerdas?. Si se quiere generar la capacidad de asombro en el alumnado y solo se tiene 50 minutos hay que hacer que busquen otras fuentes, que indaguen.

• INVESTIGA, tiene que estar actualizado constantemente ya que tiene una responsabilidad doble, la 1ª ser experto en el tema que enseña y 2º saber enseñar, ya que el alumnado tiene que acceder a la información, pero guiado y orientado.

Por lo tanto, hay que estar actualizado en metodologías de enseñanza y aprendizaje activos, centrándose en el alumnado, y hacer las clases preguntándose cómo lo va a aprender, y no cómo enseñarlo. En clase el que trabaja es el alumnado, el docente planea actividades autónomas y colaborativas donde pase algo, que haya creatividad en el aula.

En conclusión, el rol del docente ilusionista es fundamental para el desarrollo de habilidades, el crecimiento personal, el aprendizaje significativo y para la motivación por aprender. Actualmente, el rol del docente va mucho más allá ya que no solo se centra en aspectos académicos, sino que también tiene en cuenta el estado emocional de su alumnado y en cómo afrontar la presión, el estrés, la soledad, desmotivación… Así, al contrario que tradicionalmente, el docente no solo ha de ser un mero transmisor de conocimientos, sino que tiene que actuar de apoyo y mano amiga. Aun así, hay docentes que siguen optando por el rol tradicional con la justificación de un “mejor rendimiento académico”, ¿es posible equiparar la motivación del alumnado, su salud mental y desarrollar al máximo sus capacidades?

Referencias:

-Esther Prieto Jiménez. El papel del profesorado en la actualidad. Su función docente y social. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2907073.pdf

-Gabriela Briceño. El rol del docente en la enseñanza: la importancia de un educador eficiente.https://www.aucal.edu/blog/servicios-sociales-comunidad/el-rol-del-docente-en-la-ensenanza-la-importancia-de-un-educador-eficiente/

-Jose Miguel García de Fórmica-Corsi. El truco final y Origen. https://lamanodelextranjero.com/2014/01/26/el-truco-final-y-origen-dos-viajes-en-la-montana-rusa-con-christopher-nolan/

-Ilusionista. https://es.m.wikipedia.org/wiki/Ilusionista

-Adriana Araque Bermúdez. El docente asombroso. https://www.youtube.com/watch?v=A-nw5eDP3DE